Una foto #throwback de nuestro viaje a Europa el verano pasado:

un hermoso y nostalgico dia visitando las veredas de MARIA SAAL y de OTTMANACH,

y el historico MAGDALENSBERG en AUSTRIA.

 

Maria Saal es un pueblo mercantil con 3,830 habitantes –

mejor conocido y más visitado por su iglesia peregrina romanesca situada en una colina.

En el año 750 d.C. el obispo Modestus dedicó una iglesia en este lugar,

desde la cual los lugares aledaños fueron cristianizados.

La estructura de dos torres de hoy en día fue construida al estilo gótico

en la primera mitad del siglo 15.

En la pared exterior del sur de la iglesia,

un altorrelieve en piedra del tiempo de los romanos,

una imagen de un carruaje yéndose al bajo mundo,

sacado de una tumba en un cementerio en Virunum

(la antes capital de la provincia romana de Noricum),

se puede distinguir claramente.

 Uno de sus distintivos más antiguos es una pintura en una pared del año 1435,

la imagen del Viaje y la Adoración de los Reyes Magos.

Y uno de sus distintivos más hermosos es el panel del Árbol de Isaí

sobre el pasillo del centro de la iglesia:

pintado en 1490, cuenta la genealogía de Jesucristo.

 

Ottmanach es una vereda muy pequeña,

mencionada por primera vez en el año 980 d.C.

A excepción de una linda iglesiecita barroca -

un “Gasthaus” (posada) antes propiedad de familiares míos -

el “Gut Schlosshof”,

una hacienda que hace 600 años pertenecía al Duque de Carintia,

que después pertenecía a la familia de un famoso ya difunto cantante austriaco

llamado Udo Juergens,

y que hoy en día se ha convertido en una hacienda y una posada privada –

Ottmanach es famosa por el campo puro e idílico

al pie de la montaña “Magdalensberg”

donde está situada la vereda.

Obviamente famosa también

porque allí nació y creció,

estudió y fue a la iglesia mi madre.

Allí también,

en esa pequeña iglesiecita barroca de Ottmanach,

ella un día se casó con mi padre.

 

Magdalensberg es reconocido por el extenso asentamiento celtico en la colina,

que probablemente fue la capital real del reinado celtico de Noricum,

existiendo de 40a.C. - 50d.C.

El hallazgo arqueologico más espectacular de las ruinas

fue hecho en 1502:

una estatua perfecta de un hombre,

El Joven del Magdalensberg,

una hermosa pieza de arte celto-romana.

 

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