El gozo esta escondido en la tristeza
y la tristeza en el gozo.
Si tratamos de evadir la tristeza cueste lo que cueste,
quizas nunca saborearemos el gozo,
y si estamos sospechosos de la euforia,
la agonia tampoco jamas nos llegará.
El gozo y la tristeza son los padres de nuestro crecimiento espiritual.