LA CUARESMA: El Escogio Los Clavos - El Regalo de la Cruz

LA CUARESMA: El Escogio Los Clavos - El Regalo de la Cruz

Miércoles, 17 de abril de 2019

Leamos los siguientes versículos bíblicos para empezar:

Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Romanos 5:8 dice: “Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.”

1 Juan 4:10 dice: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”

A menudo, anoche por ejemplo, la gente se enreda con mi nombre: Beverly. De vez en cuando, lo entienden de una y me llaman como es: B-e-v-e-r-l-y. Pero a veces se confunden y me llaman Bervely, o Beth, o Bed, o Ber. También me han llamado Kimberley. ¿Qué tal si hubiese guardado mi apellido de nacimiento cuando me casé? Si Beverly es complicado, ¿qué hubiesen hecho con “Unterweger”?

Yo lucho con ser misericordiosa con los que pronuncian mal mi nombre. Pero también quiero ser precisa. Quiero ser amable, pero también quiero ser honesta. ¿Cómo puedo ser ambas cosas al mismo tiempo?

“En una escala infinitamente mayor, Dios se enfrenta con la humanidad de la misma manera que uno se enfrenta a las personas que no saben pronunciar bien el nombre de uno. ¿Cómo puede Dios ser justo y amable a la misma vez? ¿Cómo puede ser veraz y misericordioso al mismo tiempo? ¿Cómo puede redimir al pecador sin endosar el pecado? ¿Puede un Dios santo pasar por alto nuestras faltas? ¿Puede un Dios amable castigar nuestras faltas? Desde nuestra perspectiva, hay solo dos soluciones igualmente inapelables: siendo santo, nos tendría que castigar por nuestros errores; o siendo bondadoso, podría pasar por alto nuestros pecados. Pero desde la perspectiva de Dios hay una tercera solución. Esta se llama “la cruz de Cristo”. (ML)

“La cruz. ¿Puedes dirigir la mirada a cualquier parte sin ver una? Encaramada en lo alto de una capilla. Esculpida en una lapida en el cementerio. Tallada en un anillo o suspendida de una cadena. La cruz es el símbolo universal del Cristianismo. Extraña decisión, ¿no crees? Extraño que un instrumento de tortura llegar a representar un movimiento de esperanza. Los símbolos de otras religiones son más optimistas: la estrella de seis puntas de David, la luna en cuarto creciente del Islam, una flor de loto del budismo. ¿Pero una cruz para el Cristianismo? ¿Un instrumento de ejecución? ¿Te pondrías una pequeña silla eléctrica en el cuello? ¿Colgarías una horca de oro plateado en la pared? ¿Imprimirías una foto de un pelotón de ejecución en una tarjeta de negocios? Claro que no. Pero eso es lo que nosotros hacemos con la cruz.” (ML)
 
“¿Por qué es la cruz el símbolo de nuestra fe? Para hallar la respuesta no hay que ir más allá que la misma cruz. Pensemos un momento en su diseño: un madero horizontal y el otro vertical. Uno mirando hacia fuera, como lo hace el amor de Dios. El otro hacia arriba, como lo hace la santidad de Dios. Uno representa la anchura de Su amor. El otro refleja la altura de Su santidad. La cruz es la intersección de los dos. La cruz es donde Dios perdonó a Sus hijos sin rebajar Sus estándares. ¿Cómo pudo hacer tal cosa? En una frase: Dios puso nuestros pecados sobre Su Hijo y los castigó allí.” (ML)

2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.”

Visualiza el momento. Dios en Su trono. Tú en la tierra. Y entre tú y Dios, suspendido entre tú y el cielo está Cristo sobre Su cruz. Tus pecados han sido puestos sobre Jesús. Dios, que castiga el pecado, libera Su justa ira sobre tus faltas. Jesús recibe el estallido. Como Cristo está entre tú y Dios, tú no lo recibes. El pecado es castigado, pero tú estás a salvo, a salvo a la sombre de la cruz.

“Pensemos en lo que dios hizo por nosotros. Dios a Su Hijo. Su único Hijo. ¿Harías tú tal cosa? ¿Ofrecerías la vida de tu hijo por la de alguna otra persona? Yo no. Hay algunos por los cuales yo daría mi vida. Pero pídeme que haga una lista de personas por las cuales mataría a mi hijo, y el papel se quedaría en blanco. No necesitaría un lapicero. La lista no tendría nombres. Pero la lista de Dios contiene los nombres de cada persona que ha vivido. Porque tal es el alcance de Su amor. Y ésta es la razón de ser de la cruz. El ama al mundo.” (ML)

“¿Cuan ancho es el amor de Dios? Tan ancho que incluye a los ricos y a los pobres, a los famosos y a los desconocidos, a los delgados y a los gordos, al joven y al viejo, a los africanos y los europeos y los latinos, etc., etc., etc. El amor de Dios es suficientemente ancho como para cubrir todo el mundo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo …” ¿Estás tú incluido en el mundo? Si lo estás, entonces estas incluido en el amor de Dios … cuando se le pidió que describiera la anchura de Su amor, Cristo extendió una mano a la derecha y la otra a la izquierda y se las clavaron estando en esa posición para que tú pudieras saber que El murió amándote.” (ML)

¿Pero no tiene esto un límite? Seguramente el amor de Dios tiene que tener un fin … Pero Moisés el asesino nunca lo encontró. Jacob el engañador nunca lo encontró. David el adultero nunca lo encontró. Pedro el mentiroso nunca lo encontró. Pablo el perseguidor de los cristianos nunca lo encontró. En sus respectivas experiencias, ellos llegaron a tocar fondo. Pero en cuanto al amor de Dios, nunca ocurrió tal cosa.

“Ellos, como tú, encontraron sus nombres en la lista del amor de Dios. Y sin duda puedes estar seguro que Aquel que los puso allí sabe como pronunciarlos.” (ML)
 
(Libro por Max Lucado, Reflexión por Beverly Ramirez)
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