Jesús tomó el árbol de la muerte,
para que tú tuvieses el árbol de la vida.
"Pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo,
sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Él murió por nosotros para que...
vivamos junto con él."
(1 Tesalonicenses 5:9-10)