Espejito, Espejito En El Dia De Mi Cumpleanos

Espejito, Espejito En El Dia De Mi Cumpleanos

Jueves, 25 de octubre del 2012

Hoy es mi cumpleaños – ¡y hoy me siento feliz!

Sí, tengo un año más de vida – y sí, los años no llegan solos. Hoy, cuando me miré en el espejo como lo hago todas las mañanas, quería pero no pude negarlo: hoy tengo más canas, más arrugas y más manchas; no tengo la energía de antes, y por ratos me duele primero esta y luego esa parte de mi cuerpo; lo que debería caer (unos kilitos), se mantiene pegado – y lo que debería mantenerse firme y fuerte (¡!) no lo es. Claramente y lamentablemente, mi espejo no me miente: me estoy envejeciendo.

Acabo de darme cuenta de un libro que salió en el 2000 que se llama Didn’t My Skin Used To Fit? – es decir, ¿La Piel No Me Cabía Antes? Debería leerlo – unas buenas carcajadas mientras las patas de gallo anden por mi cara me ayudarían a mantener mi estado de ánimo en equilibrio…

Pero bueno, en medio de mi inevitable envejecimiento, tengo tres cosas que me consuelan:

1)    ¡No estoy envejeciendo sola! Miro alrededor y, gracias a Dios, todo ser humano se está envejeciendo conmigo, sea famoso o desconocido, rico o pobre, poderoso o no. Dice Eclesiastés 9:2,3 = “Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio … Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos … y después de esto se van a los muertos.” Algunos, quizás, se envejecen más rápido y otros más despacio que yo.  Pero las canas y las arrugas, los dolores y el cansancio – en algún momento de cada vida – llegan, hagamos lo que hagamos para prevenirlo. Querámoslo o no, todos vamos por el mismo camino. ¡Qué tal si yo fuera la única!

2)    Además, estoy convencida de lo que el apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 4:16 = “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Así me siento: mi “mujer exterior” cada día algo más desgastadita y más cansadita, es cierto; pero mi “mujer interior” regenerada y mejorada de día en día, por la multiforme gracia y el poder de Cristo en mi. Y dice 2 Corintios 3:18 = “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen; como por el Espíritu del Señor.” Ésta más bien es mi esperanza: mirarme día tras día en el espejo de la Palabra de Dios, y ver como el Espíritu del Señor me está cambiando y transformando de gloria en gloria a la misma imagen de Él al que estoy contemplando y amando. 

3)    Y por último, yo sé que mis días y mis años aquí en la tierra no constituyen todo lo que hay para mí – tengo esperándome una eternidad en el cielo con mi Padre y mi Jesús. Y en esa eternidad, no habrá envejecimiento, ni dolor ni muerte. Como leí esta mañana: “Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.” (1 Corintios 15:26) ¡Alabado sea Dios! ¡La muerte de la muerte es segura! Y yo podré mirarme por los siglos de los siglos en el espejo del cielo, y siempre veré la gloriosa imagen de Cristo reflejada en mí.

Hoy es mi cumpleaños – ¡y hoy me siento feliz!

Hoy, al mirarme en el espejo por la mañana, le pregunté: “Espejito, espejito, ¿quién es la más bella?” Si hubiese esperado una respuesta del mundo, no me hubiese dado ni una segunda mirada – simplemente me hubiese desechado. Pero Le hice la pregunta a Dios, y Él me contestó: “Hermosa eres tú, oh amiga mía.” (Cantares 6:4) “¡Qué hermosa eres, amor mío! ¡Qué hermosa eres!” (4:1)

                   
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