Corazon de ADORADOR

Corazon de ADORADOR

Miércoles, noviembre 7 del 2012

Esta mañana, la vida me ha golpeado duro. No pensé que iba a llorar y afligirme tanto. Pero, bueno: ¿quién amanece esperando tener un día doloroso y confuso?

En medio de todo mi quebranto y toda mi tristeza, me estoy haciendo unas preguntas: ¿cómo está mi corazón? ¿tengo un corazón pronto y dispuesto? ¿si no, por qué no? ¿si sí, para qué?

El Salmo 57, escrito por David al tener que huir de la persecución del Rey Saúl, habla acerca de tener un corazón pronto y dispuesto. David se encontraba en una situación crítica plagada de quebrantos, de infamia, de acoso, de gran peligro y de abatimiento. Hubiese sido normal y humano si tuviera el corazón lleno de temor, de angustia, de ira y de aflicción – el Rey Saúl injustamente lo estaba persiguiendo para matarlo – ¿qué más se podría sentir? Pero David tenía el corazón pronto y dispuesto para confiar en la misericordia, el amparo, el favor y la salvación de Dios – y tenía el corazón pronto y dispuesto para alabarle y cantar de Él. “Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto … Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones.” (vs.7,9)

David era un adorador – en medio de las tormentas y las tribulaciones de la vida, él disponía el corazón para alabar y cantarle a Dios por la grandeza de Su misericordia y Su verdad, Su amor inagotable y Su fidelidad.

¿Y yo? ¿Qué hago yo cuando las aflicciones y el abatimiento de la vida me golpean y me quieren quebrantar y arruinar? ¿A qué está dispuesto mi corazón en esos momentos difíciles? ¿A la queja y al lamento? ¿O a la alabanza y al cántico? ¿Será que tengo un corazón de adorador como lo tenía David?

Y el reto es mayor aun: ser un adorador como David no implica solo alabar y cantar cuando estoy alegre o cuando estoy agobiada; ser un adorador es un estilo de vida, e incluye todo mi ser, todas mis palabras, todas mis acciones, hasta mis pensamientos y mis sentimientos. Todo lo que soy y todo lo que hago, mi vida completa y entera debe ser apartada y consagrada delante de Dios. 
 
Como el corazón de adorador de David, que era conforme al corazón de Dios mismo, el corazón de un ADORADOR hoy en día debe estar pronto y dispuesto a: 

A – agradecer, en todo y por todo
D – dar: de su dinero, su tiempo, sus habilidades, sus dones – y con alegría
O – obedecer, para recibir bendición
R – renunciar, privarse de algo preciado
A – amar: a Dios, al prójimo y a la creación – expresándolo en palabras y acciones
D – dedicarse, apartarse y consagrarse totalmente
O – orar, con humildad, buscando el rostro de Dios, y convirtiéndose de sus malos caminos
R – rendirse, someterse y entregarse a otro

Dice el Salmo 24:3-5 = “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación.” 

Este es el reto para mí, para todos los ADORADORes del Ministerio de Alabanza de nuestra comunidad cristiana, y para cualquier creyente en Dios que quiere obedecerle y agradarlo.  Que no solo cantemos afinado y toquemos con destreza nuestros instrumentos cuando estamos ministrando en la iglesia, sino que nuestras vidas enteras sean íntegras e intachables delante de Dios. Sí – es importante que, sean nuestras circunstancias de vida como sean, tengamos un corazón dispuesto a alabar al Señor entre los pueblos y cantar de Él a las naciones. Pero más importante aun es, en todo momento de nuestras vidas, tener un corazón consagrado y puro, recto y honrado delante de Él y delante de los hombres.
   
Amigo: ¿eres tú un ADORADOR conforme al corazón de Dios? Yo sí lo quiero ser. Por eso, tomo la decisión ahora, en medio del dolor y de la aflicción en mi alma, de ir a tocar mi piano y cantar alabanzas a mi Señor, porque confió en Su misericordia, Su amparo, Su favor y Su salvación para mi vida y la vida de los que amo.

(Gracias a todo el Comite de Alabanza por las ideas para el acrostico de ADORADOR)
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