Dia 1 - Miercoles De Ceniza

Dia 1 - Miercoles De Ceniza

Me ha alegrado profundamente los que me han escrito o llamado o contado que han decidido caminar los 40 días de la Cuaresma conmigo este año! Y me ha sido de mucha inspiración y gran desafío los “sacrificios” que algunos han decidido hacer para acercarse más a Dios en este tiempo: muchachos, los felicito y no saben cuan orgullosa me siento en el Señor! Yo se que El les va a recompensar su compromiso de corazón al 100%! Gracias también a los que me han mandado nombres de libros, o artículos, o pensamientos – el aporte de cada uno va a ser nuestra riqueza en este peregrinaje hacia la Cruz de Cristo! 

Hoy les mando una reflexión para el Miércoles de Ceniza …

“Recuerda que polvo eres, y en polvo te convertirás. Arrepiéntase, y crea en el evangelio.” Estas son las palabras que dice el cura o el pastor al colocar la cruz de cenizas en la frente de sus feligreses el Miércoles de Ceniza.

“Recuerda … “ En el ajetreo diario de la vida tantas veces olvidamos, y necesitamos que nos recuerden a recordar. ¿Y a recordar qué? Recordar mientras vivimos en plenitud de vida, que fuimos creados del polvo de la tierra, y que al polvo de la tierra nos volvemos a convertir cuando muramos. Así debemos empezar nuestro peregrinaje de la Cuaresma, hoy el Miércoles de Ceniza – recordando de dónde venimos y adónde vamos.

Las cenizas del día de hoy son una señal que nos recuerda nuestra mortalidad. Las cenizas del día de hoy nos recuerdan nuestro pecado innato y nuestra profunda necesidad de Dios. Las cenizas del día de hoy nos recuerdan que solo a través del regalo de gracia de Jesús, Su vida dada por la nuestra en la Cruz del Calvario, nosotros tenemos perdón de pecados, vida abundante y vida eterna. Las cenizas del día de hoy nos animan a acercarnos a la Cruz, a postrarnos y rendirnos ante ella, completamente asegurados de la esperanza de una Resurrección.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mi, la hallara.” (Mateo 16:24,25)

Escoger acercarnos a la Cruz es “vida” – escoger la vida sin la Cruz es “muerte”. Pero, acercarnos a la Cruz es difícil porque, aunque nos ofrece todo, también nos pide todo. Tomar y cargar la cruz nuestra es complicado. Una cruz es muy pesada, es muy cruda y astillada, y es poco práctico para maniobrar. Una cruz pesa e irrita los hombres, agacha la cabeza, rompe el corazón. Tomarla y seguir a Jesús con ella en la espalda – que duro es! Que negación de nosotros mismos, de todo lo que nosotros queremos! Con razón la preferiríamos dejar a un lado, ella y todo lo que ella demanda de nosotros …

Oremos que hoy, el Miércoles de Ceniza, el primer día de los 40 días de la Cuaresma, podamos tomar decisiones de negación personal, de sacrificio y de entrega que agraden a Dios – no porque El necesito nuestros sacrificios, sino porque nosotros necesitamos hacer sacrificios para recordarnos a seguirlo más de cerca. Escojamos hoy y comprometámonos con pequeñas “muertes” en nuestras propias vidas, en la esperanza de una intimidad más profunda con Dios y una vida más santa y consagrada. Confesemos hoy nuestra enorme necesidad de Dios, nuestro deseo de tener más de Él en nuestras vidas, vaciándonos de nosotros mismos, haciéndole un espacio en nuestros corazones y nuestras rutinas diarias, para que podamos ser llenos de Él.

Que Dios nos bendiga a todos en este camino y en este peregrinaje hacia la Cruz de Cristo que hemos empezado juntos!

Con expectativa y amor …

Su Pastora, Beverly

(Ideas tomadas de Shadows Darkness and Dawn: A Lenten Journey with Jesus de Thomas R. Steagald)
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