Asesinado - A La Sombra Del Omnipotente

Asesinado - A La Sombra Del Omnipotente

Martes, Abril 17 2018

 

La reflexion de la semana pasada titulada El No Tuvo Derechos. Y Yo?, con su muy conocida cita de Jim Elliot...

 

"No es ningún necio

el que da lo que no puede guardar

para ganar lo que no puede perder."

 

... me recordó otra reflexion que habia escrito hace dos años ya, el 8 de enero del 2016, la fecha exacta del 60avo aniversario de la muerte de Jim Elliot, Nate Saint, Ed Mccully, Peter Flemming, y Roger Youderian – 5 hombres jóvenes misioneros que fueron asesinados a punta de lanza en la orilla del Rio Curaray en Ecuador en el año 1956. Habían estado tratando de llegar a los Indios Huaorani por primera vez en la historia con el evangelio de Jesucristo.

 

El reconocido John Piper, en un artículo titulado “Asesinado a la Sombra del Omnipotenteâ€, escribió lo siguiente acerca de ese evento aparentemente tan trágico hace tantos años:

 

“Elisabeth Elliot, la esposa de uno de esos cinco hombres, conmemoró la historia en su libro “La Sombra del Omnipotenteâ€. Ese título viene del Salmo 91:1: “El que habita al amparo del Altísimo, morará a la sombre del Omnipotente.â€

 

Allí fue donde Jim Elliot fue asesinado – a la sombra del Omnipotente. Elisabeth no había olvidado los hechos desgarradores cuando escogió ese título dos años después de la muerte de su esposo. Cuando lo mataron, habían estado casados por tres años y tenían una hija de diez meses.

 

El titulo no fue un error – ni mucho menos la muerte de los cinco misioneros fue un error. Pero el mundo lo vio distinto. Para todo el mundo, la muerte de estos cinco hombres tan jóvenes fue llamada una trágica pesadilla. Elisabeth creó que el mundo no estaba entendiendo algo. Ella escribió, “El mundo no reconoció la verdad de la segunda parte del credo de Jim Elliot: No es ningún necio quien da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder.â€â€

 

Leí el titulo y el artículo escrito por John Piper, e inmediatamente fui impactada por la verdad que proclamaba. Porque, algunas veces, de hecho muchas veces, nosotros como hijos de Dios somos SALVADOS a la sombra del Omnipotente. Habitamos y moramos en Él como nuestro amparo, nuestro refugio y nuestra fortaleza – y somos vigilados y guardados y cuidados, y sí, protegidos de y en las dificultades y las tribulaciones que buscan destruirnos.

 

Pero a veces, NO somos salvados – al menos no SALVADOS así como nosotros entendemos el significado de la palabra. A veces somos ASESINADOS. Allí mismo, en el mismo lugar – a la sombra del Omnipotente. Donde Jim Elliot y sus cuatro compañeros misioneros fueron asesinados.

 

Me acuerdo de un amigo nuestro al cual le pasó algo similar en el año 1997. Tenia 38 años. Estaba haciendo una labor misionera en el Ecuador junto con su esposa embarazada y sus dos hijos mayores. Estaba grabando un video de un incendio en el campo, cuyo metraje necesitaba para una película que estaba haciendo. Llegaron cuatro ladrones a robarle la camioneta – y en un abrir y cerrar de ojos, nuestro amigo estaba tirado en el suelo, muerto. El también fue asesinado – a la sombra del Omnipotente.

 

Entonces, ¿qué significa “habitar al amparo del Altísimoâ€? y “morar a la sombre del Omnipotenteâ€? No puede significar una “salvación†física siempre garantizada cada vez que estamos en Su presencia – porque a veces los siervos más preciados de Dios son físicamente “asesinadosâ€, allí en esa misma presencia. ¿Qué puede significar entonces, que el Señor es nuestro “refugio†y nuestra “fortalezaâ€?

 

Yo creo, como John Piper tan acertadamente declara, que “el refugio del pueblo de Dios no es un refugio del sufrimiento y de la muerte, sino un refugio de una derrota final y definitiva.†“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mi, ése la salvará.†(Lucas 9:24)

 

Dios es el Omnipotente, el Todopoderoso – y constantemente interviene en nuestras vidas. A veces interviene para salvar – a veces interviene y permite que nos asesinen. Pero siempre, siempre, siempre Él decreta lo que es mejor para nosotros.

 

John Piper continua: “… si tu tomas tu lugar “a la sombra del Omnipotenteâ€, serás protegido por un poder absoluto. Hay infinita y eterna seguridad en la omnipotencia de Dios – no importa lo que nos pasa en esta vida… ¿Habrá algo más liberador, más emocionante, o más fortificante que la verdad de que el Dios Omnipotente es tu refugio – todo el día, todos los días, en todas las experiencias de vida tanto ordinarias como extraordinarias? Nada sino lo que Él decreta para tu bien te sucede…

 

Si creyéramos esto, si realmente dejáramos que esta verdad de la omnipotencia de Dios nos tomara – que vivimos perfectamente seguros a la sombra del Omnipotente – qué diferencia haría en nuestras vidas personales, y en nuestras familias e iglesias. Cuán humildes y poderosos llegaríamos a ser para los propósitos salvíficos de Dios.â€

 

¿Cómo termina el Salmo 91:1-2? Leámoslo otra vez: “El que habita al amparo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: Refugio mío, y fortaleza mía; MI DIOS, EN QUIEN CONFIO.â€

 

Y allí, creo yo, está la clave. Todas las verdades de Dios son verdad si yo las creo o no. Pero no son operativas en mi vida hasta que yo no confíe en ellas. Dios es muchas cosas maravillosas para Sus hijos según estos dos versículos: el Altísimo, el Omnipotente, el Señor – nuestra habitación, nuestra morada, nuestro amparo, nuestro refugio y nuestra fortaleza. Pero solo si, y solo hasta, yo escojo confiar en Él para que sea esas cosas para mi, llegarán a ser efectivas y eficaces en mi vida.

 

“Mi Dios, en quien confío†– mi Dios, en Quien reposo eternamente seguro no importa lo que me sucede en la vida, por Su omnipotencia. Si así lo hago, si de verdad confío completamente en Él, entonces – sea que yo sea salvado o asesinado a la sombra de Su potencia y Su poder – “todo estará bien con mi almaâ€.

 

En 2005, salio una pelicula acerca de la Operacion Auca a los indios huaorani de Ecuador y del asesinato de los cinco misioneros por ellos en 1956. Se llama A PUNTA DE LANZA. ¡Vale la pena verla!

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