Dicen Que Le Pertenecia a Squire Boone

Dicen Que Le Pertenecia a Squire Boone

Martes, Julio 9 del 2019

 

 

Dicen que le pertenecía a Squire Boone – el hermano menor de Daniel Boone, el famoso héroe de entre los colonizadores americanos.

 

Squire Boone Jr. (1744-1815), como su hermano mayor, también era un pionero americano. En la primavera de 1779, él y su familia se mudaron a un asentamiento en Falls of the Ohio, un lugar que más adelante llegaría a ser la ciudad de Louisville en el estado de Kentucky. Un año más tarde, fundó y estableció Squire Boone’s Station, el primer asentamiento permanente en el Condado de Shelby.

 

“Entre los primeros colonizadores en el territorio salvaje de Kentucky había mucha gente que se llamaba bautista, quienes fueron los pioneros en religión en Kentucky.  Junto con estos primeros colonizadores vinieron los primeros predicadores bautistas, enfrentando cada peligro, sufriendo adversidades, visitando a los demás pioneros en sus muy rústicas cabañas de madera, consolando a las familias afligidas, cuyos seres amados habían sido asesinados por los indios, y predicando el evangelio en cada oportunidad.

 

Squire Boone evidentemente fue el primer predicador itinerante bautista que pisó la tierra de Kentucky…” – y se dice que predicó el primer sermón en Louisville. (sacado de The Pioneer Baptist Preachers of Kentucky – por Frank M. Masters)

 

Se dice de él que fue un buen predicador, un hombre de indudable piedad, y devoto a la causa de Cristo. También se dice que fue un hombre muy hospitalario.

 

Y allí estaba yo, unos 240 años más tarde, sentada en el porche de lo que se dice era una posada de Squire Boone llamado "El Descanso del Viajero": un lugar donde viajeros cansados podían llegar y pasar una noche antes de seguir en su camino – un lugar donde podrían encontrar calor y comida, y un lugar donde podían descansar sus cuerpos exhaustos y sus espíritus agotados antes de seguir enfrentando el resto del viaje. Quizás, siendo un cristiano bíblico, Squire Boone conocía y vivía las palabras de Job:

 

“Jamás mis puertas se cerraron al viajero;

jamás un extraño pasó la noche en la calle.”

(Job 31:32)

 

 

Ahora el edificio de troncos de madera que un día era "El Descanso del Viajero" de Squire Boone, simplemente se llama “La Cabaña”, y está ubicado en el terreno del Ministerio de Iron Bell en Louisville – habiendo sido despedazado tronco por tronco donde estaba antes, y luego reconstruido tronco por tronco donde está ubicado ahora.

 

Mientras estaba sentada allí en el porche de la Cabaña, mirando la madera de varios siglos alrededor de mi, pensando en Squire Boone que inicialmente construyó la posada para viajeros, luego reflexionando sobre los muchos a través de los años quienes sin duda habían encontrado refugio y renovación debajo de su techo y dentro de sus muros – me di cuenta que yo era solo un eslabón más en una muy larga cadena de personas quienes habían sido y seguían siendo bendecidos por este simple hombre, tanto por el legado físico como espiritual que había dejado atrás. Porque la Cabaña todavía servía como lugar de refugio y renovación, calor espiritual y alimento para esta viajera (yo) en el camino de la vida. Porque este hermoso lugar de descanso y meditación me había llevado a horas de reflexión y oración y gratitud por la bondad de Dios en mi vida... 

 

“Tú, Señor, eres bueno y perdonador;

grande es tu amor

por todos los que te invocan.”

(Salmo 86:5)

 

“Cuán grande es tu bondad,

que has guardado para los que te temen,

que has obrado para los que en ti se refugian…”

(Salmo 31:19)

 

El mismo Dios que seguramente había sido bueno y perdonador y  grande en amor hacia Squire Boone Jr. hace más de 200 años, era y todavía es bueno hacia mi en el día de hoy. Con una gran bondad obrada y mostrada en el pasado – para los como Boone y como yo que en Él nos hemos refugiado. Y con una gran bondad que nos es guardada y atesorada para una necesidad futura, para los que como Boone y como yo Le temamos.

 

 

 

Dicen que le pertenecía a Squire Boone: su posada para viajeros y su legado espiritual, los dos compartidos conmigo en descanso y en bendición unos dos siglos más adelante. ¡Cómo no iba a agradecer a Dios por Su gran bondad hacia mi, aun en esto!

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