Porque Dios Ve

Porque Dios Ve

Martes, Julio 30 del 2019

 

Ella es "La Mujer Invisible".

 

Se llama Charlotte. Pero de igual manera se podría llamar por el nombre tuyo o el nombre mío. 

 

Mira y escucha la historia de Charlotte en la dramatización de Nicole Johnson, aquí en este link: 

 

https://www.youtube.com/watch?v=sMX3zlKp1y0

 

La historia es hermosa y conmovedora! Es cortica, es divertida, es verdad - ¡y es tan edificante!

 

"La Mujer Invisibe" es la historia de Charlotte, una mujer común y corriente – que un día descubre que ella es “invisible” a todos a su alrededor. Nadie la ve cuando entra en una habitación – nadie la escucha cuando habla. A veces es solo un par de manos que se necesita, un reloj para preguntar la hora, un carro para ser llevado de lugar a lugar – pero la mayoría de las veces es simplemente “nadie”.

 

Pero un día, un día cuando Charlotte se siente particularmente despeinada y patética, su amiga Janice le da un regalo de su reciente viaje a Inglaterra. Es un libro acerca de las grandes catedrales de Europa, con esta inscripción: “Para Charlotte, con admiración por la grandeza de lo que estás construyendo cuando nadie te ve.”

 

“Una historia legendaria en el libro contó de un hombre rico que vino a visitar la catedral mientras estaba siendo construida, y vio a un trabajador tallando un pequeño pajarito en la cara interior de una viga. El estaba desconcertado y le preguntó al hombre: “¿Por qué estás gastando tanto tiempo tallando ese pájaro en esa viga cuando va a ser cubierto por el techo? Jamás nadie lo va a ver.” Y el trabajador respondió: “Porque Dios ve.”

 

 

“Porque Dios ve.”

 

Esa frase se me quedó grabada. No es porque nadie más alrededor mío ve, o se da cuenta, o parece interesarse. ¡No! ¡Es porque Dios ve!

 

Cuando casi todo lo que hacemos como mujeres, o como hombres – nuestra difícil labor, nuestros sacrificios, nuestras lagrimas y nuestro dolor, nuestras angustias y nuestros temores – parece pasar por desapercibido y por descuidado por los que nos rodean, tenemos que recordar que “Dios ve”.

 

El sufriente Job aprendió esta verdad: “Porque él mira hasta los fines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos.” (Job 28:24)

 

El salmista adorador declaró: “Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra. El formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.” (Salmo 33:13-15)

 

De hecho, según el futuro rey David, Dios ve cada lagrima que derramamos, guarda cada una en un redoma y registra cada una en Su libro (Salmo 56:8).

 

El profeta Esdras, el probable autor del libro histórico de 2 Crónicas, afirmó: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.” (16:9)

 

Y el apóstol Pablo anunció: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.” (1 Corintios 2:9)

 

Dios, entronado en los cielos, mira sobre todo y sobre todos hasta los fines de la tierra. Nada pasa por desapercibido – nadie queda fuera de Su vista.

 

Cada corazón ha sido formado por El – y cada obra es atentamente observada por El.

 

Cada lágrima es reconocida, y recolectada y registrada – para que no haya ninguna que haya sido derramada en vano.

 

La mirada de Dios recorre toda la tierra, buscando a los que tienen el corazón fielmente comprometido con El, para fortalecerlos.

 

De hecho, aunque los ojos humanos quizás no vean, y aunque sus oídos quizás no oigan ni sus corazones lo podrán imaginar – Dios tiene asombrosas y maravillosas cosas preparadas para los que Lo aman.

 

Por eso puedo decir y hacer todo lo que digo y hago, aun si nadie más se da cuenta ni ve ni se interesa. Por eso mi “invisibilidad” para los que me rodean no me tiene que consumir ni destruir. “Porque Dios ve.”

 

Dios ve, Dios oye, Dios se interesa, Dios actúa, Dios recompensa.

 

Querid@ amig@: ¿hoy te sientes identificad@ con Charlotte, “la mujer invisible”? En todas tus idas y venidas, en todo lo que dices y haces - ¿sientes que no te ven, que no te escuchan, que no se interesan por ti? ¿Te preguntas si todos los sacrificios hechos y todas las lagrimas derramadas valgan la pena – y si un día tendrán su recompensa?

 

Si es así, aférrate a esta roca de verdad: Dios ve, Dios oye, Dios escucha y Dios se interesa. ¡Y si! Un día, ¡Dios te recompensará!

 

“Y todo lo que hagáis,

hacedlo de corazón,

como para el Señor

y no para los hombres;

sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,

porque a Cristo el Señor servís.”

(Colosenses 3:23-24)

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