Y Su Nombre Sera: Poderoso Salvador

Y Su Nombre Sera: Poderoso Salvador

Viernes, Diciembre 13 del 2019

 

 

 “Y Zacarías (el padre de Juan el Bautista, precursor de Jesucristo) fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto; del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder, que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.” (Lucas 1:67-75)

 

Cuando Zacarías bendijo al Señor Dios de Israel por haber levantado “un poderoso Salvador” en la casa de David su siervo, lo que literalmente dijo fue que había levantado “un cuerno de salvacion”. Quizás para nosotros hoy en día un cuerno en si no nos dice mucho. Pero en la época bíblica, la imagen del cuerno de un buey o de un toro de una vez traía a la mente tres imágenes muy significativas.

 

Primero: los cuernos de esos animales eran la imagen de fuerza y de poder, porque eran su medio principal de ataque y de defensa – y así, Jesús, el cuerno levantado por Dios a favor nuestro, es nuestra fuerte y poderosa salvación, presto para defendernos y librarnos de nuestro enemigo Satanás.

 

Segundo: los cuernos de esos animales fueron usados como trompetas: tanto en la alabanza del pueblo como para la proclamación de victoria en tiempos de guerra – y así, Jesús, el cuerno levantado por Dios a favor nuestro, es el maravilloso mensaje de buenas nuevas, el maravilloso mensaje de victoria y de alabanza proclamado a todo el mundo. 

 

Y tercero: los cuernos eran el símbolo de la dignidad y de la gloria de los reyes – y así, Jesús, el cuerno levantado por Dios a favor nuestro, es la digna y gloriosa salvación de nuestro Rey de Reyes.

 

¿Será que nosotros hoy, como Zacarías hace 2000 años, podemos declarar: “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador, un cuerno de salvacion …”? ¿Será que, “librados de nuestros enemigos, sin temor Le serviremos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días”?

 

Dios quiera que sí. 

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