Lo Que El Cancer No Puede Hacer

Lo Que El Cancer No Puede Hacer

Jueves, mayo 17 del 2012

Ayer fue un día muy, pero muy, difícil para mí. Ayer tuve el privilegio pastoral, pero también el inmenso y profundo dolor, de acompañar a dos mujeres pacientes de cáncer. Mis dos citas me dejaron abrumada, pensativa, luchando internamente con la paradoja de los estragos físicos de la enfermedad, y la poderosa y consoladora presencia de Dios en las mujeres.
 
Traté de ser fuerte y no llorar, al menos delante de ellas – pero no pude. Ver la devastación de unas vidas hermosas por parte del diablo, me llenó de tristeza – ver el sufrimiento tan agudo de los acompañantes al ver su ser amado padecer, me quebrantó el corazón. Por más que traté de contener mis lágrimas, no pude – y lloré con dolor y compasión. 

Aunque lloré también con esperanza y fe. Porque como dice 1 Tesalonicenses 4:13 y 14: “Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.”

Mi esposo, Ruben, quien me acompañó en una de las dos citas, compartió las palabras del Salmo 30:5 con una de las mujeres – “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.” Hablamos del valle de sombra y de oscuridad por el cual ella iba a pasar, y del lloro que iba a vivir en ese lugar. Pero hablamos también que ese paso por la noche iba a ser por un momento no más, y que el Señor Jesús – el gran Pastor de las ovejas – la iba a acompañar de la mano hacia la vida después de la muerte, hacia la mañana llena de luz y alegría. Y yo le recordé las palabras de Isaías 41:13 que dicen: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” Asida de la mano de Dios, una mano que sostiene y ayuda, ella iba a poder pasar de la vida terrenal a la vida eterna sin temor alguno, en completa paz y confianza.

Más tarde, en la casa, reflexionando sobre mi día, me acordé de algo que leí hace un tiempo acerca del cáncer – todo lo que el cáncer no puede hacer:
 
“El cáncer es tan limitado …
No puede debilitar el amor,
Ni destrozar las esperanzas,
Ni corroer la fe,
Ni acabar con la paz,
Ni destruir la confianza,
Ni matar la amistad,
Ni borrar los recuerdos,
Ni silenciar el valor,
Ni invadir el alma,
Ni reducir la vida eterna,
Ni apagar el Espíritu,
Ni disminuir el poder de la resurrección.”

Amén. “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:57)

Que Dios les de la victoria de esperanza, fe, paz y valor a mis dos amigas que tienen cáncer – y el día que El las llame a su presencia, que puedan morir así como vivieron: llevadas en triunfo en Cristo Jesús (2 Corintios 2:14).
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