Hoy en verdad es miércoles febrero 29, el Día 7 de la Cuaresma. Pero ayer estaba tan ocupada con citas y reuniones de trabajo y de oración, que no alcancé escribir una reflexión para el Día 6. Perdónenme, por favor. Aquí esta, entonces …

Hoy me siento tan feliz y tan agradecida! Cuando llegué a casa anoche, descubrí que por fin había nacido mi tan anhelada bebé! Me dijeron que, por ahora, ella es “funcional”, que necesita “mejoramiento” y “embellecimiento” – pero a mí me parece hermosa así como está! Pues, es mi bebé – que mas diría una nueva mamá?!

ïŠ Sospecho que nadie sabía que estaba en embarazo – pero si, llevo más de un año cargando esta bebe en mis entrañas, y ya era más que hora de que naciera. Antes, después de tanto tiempo dentro de mí, veo que nació saludable y no deforme.

Y que embarazo tan difícil, tan largo. Viví épocas de mucha maluquera, otras de mucho cansancio, mientras gestaba la bebé dentro de mi – otras veces hasta se me olvidaba que la estaba cargando, tan ocupada me veía con otras cosas de la vida – muchas veces temía que no iba a ser capaz de sostenerla y criarla, entonces no quería que naciera – hubo tiempos cuando quería hasta abortar todo el proceso …  

Pero ya! Por fin nació mi bebé! Mejor dicho, por fin permití que naciera. ¡¡¡BIENVENIDA  a este mundo, REFLECTIONS FOR LIVING, mi nueva página en el Internet!!!

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Por fin, obedecí las palabras del apóstol Pablo a su amado hijo en la fe, Timoteo: “Por lo cual, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti … porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Tim.1:6,7) Por fin, decidí dejar todas mis excusas y temores atrás y saltar al agua profunda por fe, para obedecer uno de los llamados de Dios sobre mi vida; así como Pedro, cuando Jesús lo llamó de una vida de ser pescador de peces a ser un pescador de hombres.

No es que ya no tengo temor – todavía, y mucho! Pero todos los días me recuerdo de mantener mis ojos y mi corazón puestos, no en las aguas profundas, ni en los vientos ni las olas a mi alrededor, sino en Jesús. Todos los días confió que, si El me llamó a saltar y caminar hacia El, entonces El me mantendrá a flote andando sobre el agua, y El se asegurará que mi vida sea un testimonio a otros de Su amor y de Su fidelidad.

Hoy, en amor y gratitud a Él, ofrezco mi bebé a Dios – que El la haga crecer y madurar, para que todos los días sea una fuente de bendición, de aliento, de desafío, de consolación y de fortaleza para todos los que la llegan a conocer.

Amado: ¿será que tú, hoy, estás viviendo lo mismo que yo? ¿Será que hay un don o un sueño que has guardado casi apagado en tu alma por mucho tiempo ya, y te has sentido demasiado temeroso y demasiado derrotado para volver a avivarlo a un fuego brillante y fuerte? Si es así, te aconsejo como lo hizo Pablo, te animo y te exhorto a que lo hagas. Quedarse sentado y paralizado en la barca, aunque anhelando caminar sobre las aguas con Jesús, esa no es vida – créemelo! Amado: toma el paso de fe que Dios te está pidiendo tomar y El te sostendrá, porque Sus promesas son verdaderas y fieles: “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”(Isaías 41:10)

¿Quieres acercarte más a Dios en este tiempo de la Cuaresma? Quizás lo que tienes que hacer es saltar en fe si te lo está pidiendo, y confiar en Sus cuidados de ti …

Hoy, caminando sobre las aguas por amor a mi Jesús,

Su Pastora, Beverly