Mi Papa

Mi Papa

Sábado, junio 16 del 2012

Hace unos días leí estas palabras del famoso San Francisco de Asís, y pensé de una vez en mi padre.

“El que trabaja con las manos es un jornalero.
El que trabaja con las manos y con la mente es un artesano.
El que trabaja con las manos y con la mente y con el corazón es un artista.”

Mi papá es austríaco de nacimiento y crianza. Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, era un adolescente y un joven – queriendo estudiar una profesión, pero limitado por la situación de destrucción y ruina en un país europeo posguerra. La única opción para mi papá fue un aprendizaje como carpintero – y así, después de unos años, llegó a ser un ebanista capacitado. Aunque no era la carrera que hubiese querido estudiar y ejercer, aprendió  su oficio con determinación y entrega, con excelencia y con dignidad. Resultó siendo el trabajo de mi papá por toda su vida: ser un extraordinario ebanista, carpintero y constructor.

Uno de los olores que más me gusta en la vida, con el cual naci y crecí, es el olor a madera. Siempre nuestra casa olía a madera trabajada, cortada, lijada, pulida. Todavía, en mi memoria, puedo oler y ver los montones de viruta enroscada cayendo al suelo mientras mi papá cepillaba la madera. Yo no conozco casa en la que vivimos que mi papá no construyó, mueble de nuestro hogar que él no fabricó, decoraciones de madera que él no elaboró. Todo en nuestra casa tenía el sello creativo de mi papá. Pero no solo eso: además de ser creativo, mi papá ejercía su oficio con amor, con esmero, con excelencia y con dignidad. No era un simple jornalero, trabajando solo con las manos. Tampoco era solo un artesano, trabajando con las manos y la mente. Todo lo que mi papá hacia, casa o mueble o adorno de madera, lo trabajaba con las manos, con la mente y con el corazón. Mi papá era, y sigue siendo, un verdadero artista: creando primero en la mente, y después elaborando con manos y corazón algo hermoso, perfecto, digno de ser admirado y valorado.

Aprendí muchas cosas de mi papá, viéndolo funcionando en su taller, rodeado de madera y herramientas de su oficio.

-    aprendí que no hay ningún trabajo indigno, ningún oficio que no se puedo y no se debe valorar, si se ejerce para Dios > Colosenses 3:23 dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”

-    aprendí hacer todo lo que hago con esmero y con excelencia > Lucas 16:10 dice: “El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho.” – y Mateo 25:21 dice: “… Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”

-    aprendí a tener un aprecio y un orgullo sanos en lo que hago y ofrezco al Señor > Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” – todos somos “hechura” de Dios: en el griego, “poiema”, y en español, poemas u obras de arte, creados por Él – Él nos hizo a Su imagen, y al terminar vio y dijo que toda su obra era buena en gran manera (Génesis 1:31) –  somos “poiemas” suyos creados para andar en buenas obras así como Él lo ha hecho, y lo sigue haciendo – y lo podemos y lo debemos hacer con una valoración y una estima sanas en todo lo que hacemos

Gracias, papá, por la persona que tú eres. Gracias por todo lo que has hecho por mí a través de los años. Gracias por los detalles de tu obra artista que todavía tengo en mi casa, que disfruto y que me recuerdan de ti – los floreros, los candelabros, los fruteros. Gracias por tu ejemplo de esfuerzo, de excelencia y de dignidad que han marcado profundamente a mi vida – porque tu ejemplo me ha demostrado como es Dios: siempre creando con esmero, con excelencia, con hermosura y con honra.

Dice Levítico 19:32: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano …” Papá: mañana, en el Día del Padre, y todos los días, me levantaré y honraré tu rostro. Te amo.

Y a todos los padres que están leyendo esta reflexión: ¡FELIZ DIA del PADRE para mañana! Que Dios les ayude a todos a ser como Él, porque sus hijos quieren ser como Uds. – así como dice el coro de la canción “Yo Quiero Ser Como Tu”, de Danny Berrios – aquí en:

 http://www.youtube.com/watch?v=cUAwq6SEJms&feature=related

Señor, yo quiero ser como Tu
porque el quiere ser como yo
yo quiero ser un buen ejemplo
que sus ojitos puedan ver
Señor, ayúdame a enseñarle
que el pueda entender
que yo quiero ser como Tu
porque el quiere ser como yo.
AMEN.
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