Eres Un Cristiano Mediocre?

Eres Un Cristiano Mediocre?

Viernes, junio 29 del 2012

Esta semana empecé a leer un libro de uno de mis autores favoritos, A.W.Tozer (¡distinto a A.W.Corner!). Hoy leí el capítulo acerca de ser un cristiano superior. ¡Qué pensamientos y qué palabras tan confrontadores!

Dice Tozer: “Un cristiano común y corriente tiene cualidades y habilidades comunes y corrientes. No se distingue por su superioridad en ningún área de su vida, y menos por una vida espiritual excepcional.” Un cristiano así es un cristiano mediocre.

¿Y saben lo que significa la palabra “mediocre”? Viene del latín, de la palabra “mediocris”: “medius” en español es “medio” o “común” – y “ocris” es “montaña” o “peñasco”. Es decir, “mediocre” quiere decir “a medio camino subiendo la montaña”. Ni completamente abajo, ni totalmente arriba – sino en la mitad. “Mediocre” tiene el sentido de algo pobre e insuficiente, algo que no destaca y que es de escaso mérito, algo que no llega tan alto como podría llegar.

Según Tozer, un cristiano mediocre es así: “Moralmente está por encima del pecador empedernido, pero espiritualmente está por debajo del santo victorioso.” Es un cristiano a mitad del camino. Es una persona que ha empezado a subir hacia las alturas de la vida cristiana, pero por temor o por pereza ha decidido parar en la mitad del camino, armar su tienda, y quedarse allá sin querer seguir hacia la cima. Es un cristiano conforme con la vida como está - es un cristiano que no se esfuerza por sobresalir ni por distinguirse en nada.

En las palabras de Apocalipsis 3:15-17, es un cristiano tibio: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” ¡Qué palabras tan duras – los creyentes tibios le provocan nausea y vómito a Dios!

Dice Tozer: “Frente a todo lo que Cristo nos ofrece, ¿cómo nos podemos conformar con tan poquito? Seguramente Dios no es honrado con nuestro desarrollo espiritual tan atajado, nuestra condición espiritual tan permanentemente “a medio camino”. Nosotros Lo honramos y Lo complacemos cuando continuamos hacia una plena madurez en Cristo. La mediocridad en la vida cristiana simplemente no es lo más alto que Jesús nos ofrece.”

Como dice el apóstol Pablo en Filipenses 3:12-14: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Definitivamente, no había nada mediocre, nada “a medio camino”, en Pablo.

Y en Lucas 9:23, Jesús “…decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Tampoco hablaba de un camino “light”, un camino tibio, un camino medio. Hablaba de un camino de negarse a sí mismo, en vez de satisfacerse en todo. Hablaba de tomar cada uno su cruz – el peso, el sufrimiento, el sacrificio, la muerte – y eso, cada día. Decía que solo eso significaba ir en pos de Él, solo eso era seguirle.

Amig@: ¿cómo es tu caminar con Dios? ¿Empezaste con ánimos un día, pero has parado a mitad del camino y armado tu tienda, conforme con el lugar al cual has llegado? Confrontándote a ti mismo en completa honestidad, ¿sientes que eres un cristiano común y corriente, que no te destacas ni sobresales en nada en la vida, que eres un creyente mediocre? Los tibios no agradan a Dios. Él anhela ver hijos Suyos que, como Pablo, se extienden a lo que está delante y que prosiguen a la meta para recibir el premio que les espera. Como Tozer lo dijo: “Nosotros Lo honramos y Lo complacemos cuando continuamos hacia una plena madurez en Cristo.”

¡Que nuestro amado Señor nos ayude!
+ REFLEXIONES PARA LEER