Sábado, junio 30 del 2012

Ayer, en la reflexión ¿ERES UN CRISTIANO MEDIOCRE?, miramos unas citas del autor A.W. Tozer y unas citas bíblicas acerca de qué es ser un cristiano común y corriente, un cristiano mediocre. Si no la has leído, te invito a que lo hagas antes de seguir con ésta …

Vimos que la palabra “mediocre” significa estar “a medio camino subiendo la montaña”. Y vimos que un cristiano mediocre es una persona que no se destaca ni sobresale en nada en su vida – porque, aunque ya no está deambulando en el valle, tampoco se está esforzando para alcanzar la cima de la montaña – llegó hasta la mitad del camino, armó una carpa, y decidió no seguir adelante.

También miramos las palabras de Jesús en Lucas 9:23 cuando “…decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Miramos cuán radical, cuán contundente es ese llamado.

Frente a esas palabras de desafío, un cristiano mediocre siempre se hace una cantidad de preguntas:

-    ¿Cuáles serán los costos si voy en pos de Jesús?
-    ¿Cuáles serán las consecuencias si Le sigo?
-    ¿Es seguro seguirle?
-    ¿Es conveniente?
-    ¿Será agradable?

Pero para un cristiano con “un espíritu superior” como el de Daniel (Daniel 6:3), esas preguntas no se hacen.

Porque Jesús dijo que “el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” (Mateo 10:38) Si queremos ser dignos de Jesús, no debemos calcular costos ni consecuencias. Simplemente tomamos todo lo que nuestra cruz representa y seguimos en pos de Él. Punto.

Porque la pregunta ¿Es seguro seguir a Jesús? es innoble. ¿Qué diferencia hace si es seguro o no, si Él es nuestro Señor, y si Él está con nosotros véngase lo que venga? Además, no hay lugar más seguro sobre la faz de la tierra sino estar en los propósitos perfectos de Dios.

Porque, otra vez según Tozer: “La verdad es que cualquier avance que hacemos para Dios y para Su causa tiene que darse en el contexto de nuestra incomodidad; si no nos incomodamos, no hay cruz … Si nuestra espiritualidad no nos ofrece interrupciones y alboroto y sacrificio, es una espiritualidad mediocre. Los escaladores de montañas siempre están en peligro, y siempre están avanzando sin considerar su comodidad; los que se preocupan por su seguridad y su conveniencia son escaladores “a medias”, los que han armado sus carpas a mitad del camino, los que tienen temor y pereza de seguir.”

Porque Jesús nunca les prometió diversión ni entretenimiento a sus discípulos, sino aflicciones (Juan 16:33), tribulaciones (Hechos 14:22), persecuciones (Romanos 8:35) y una cruz. ¿Será agradable seguir a Jesús? En ciertos momentos, quizás no – pero Jesús también dijo: “Confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)

Como cristianos, no somos llamados a gastar todo nuestro tiempo mirando hacia atrás ni mirando hacia adentro. Somos llamados a mirar hacia adelante y a proseguir a la meta de una plena madurez en Cristo. Como cristianos somos llamados, no a la mediocridad, sino a la excelencia en todo.

Amig@: ¿dónde te encuentras tú? ¿Estás en la mitad del camino, conforme con una vida a medias, con ser un cristiano mediocre? ¿O estás luchando todos los días por subir más y más alto, por tener “un espíritu superior”, por ser un cristiano de excelencia? ¿Estás lleno de preguntas e interrogantes frente a tu bienestar si decides seguir andando en pos de Jesús? ¿O estas confiando en “la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” para tu vida, sea la que sea?

Quizás es como dijo un amigo que leyó ¿ERES UN CRISTIANO MEDIOCRE?, y que luego comentó  en Facebook: “Toca levantar carpa.”

Amig@: si te quedaste “a medio camino subiendo la montaña”, si sientes que eres un cristiano mediocre, te animo y te exhorta a que “levantes tu carpa”, y que vuelvas a caminar radicalmente en pos de Jesús. Así, seguramente serás un cristiano con “un espíritu superior”, un cristiano excelente.