Viernes Abril 1, 2022

Mi amada amiga, ambas misioneras y por muchos años extranjeras en una tierra ajena - Beatriz Benestad - se ha ido de este mundo para estar con su amado Salvador y Señor. 

¡Qué alegría debe haber en el cielo en este día por su llegada!

¡Qué exclamaciones de “¡Hiciste bien, sierva buena y fiel!” deben estar resonando en los cielos por su buena y fiel vida aquí en la tierra!

Ella, para mí, era un increíble y poderoso ejemplo de amor, fortaleza, tenacidad, resiliencia y profundo contentamiento en medio de muchas adversidades - por todos los años que la conocí y que nosotras dos hablábamos juntas aquí en Colombia.

Ella por siempre estará en mi corazón - y anhelo ese día cuando la volveré a ver, completamente sana y libre y danzando con gozo delante del trono de Jesús!

Su libro, Cuando El Milagro Llega Lentamente, habla de su extraordinaria misión a Colombia, y de como Dios puede usar a cualquier persona en circunstancias supuestamente imposibles. 

Sí! Toda la vida de Beatriz estuvo llena de milagros que llegaron despacio - pero esos milagros de bendición para su propia vida y para la vida de muchas otras personas definitivamente sí llegaron!

Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos. ~Salmo 116:15