Y tampoco se trata de éxito, al menos no de la manera como el mundo define el éxito -

aunque creemos que, si hacemos lo correcto, el triunfo y la fortuna seguirán automáticamente. 

 

Otra vez, se trata de obediencia. 

 

Si solamente miramos el éxito como el mundo lo ve,

es decir en términos de dinero y reputación y promoción terrenal,

solo trabajaremos hacia esas metas -

y estaremos sumamente decepcionados cuando esas facetas del éxito mundial

no necesariamente sean el resultado de nuestra obediencia. 

 

Cuando Dios te llama a algo, no siempre te está llamando a ser exitoso, te está llamando a obedecer!

El éxito del llamado depende de Él; la obediencia depende de tí.

~David Wilkerson

 

Aunque, por supuesto, si obedecemos a Dios siempre seremos exitosos en Sus ojos -

porque el éxito a los ojos de Dios es simplemente que busquemos desear y cumplir con Su voluntad en nuestras vidas,

es nuestro anhelo de ser como Su Hijo Jesucristo en todo lo que decimos y hacemos.

Esto es ser exitoso según Dios.

Esto es lo que Le agrada y Le honra.

Esta es la definición de éxito a los ojos de El. 

 

Entonces Jesús explicó: Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra.

~Juan 4:34

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