La Esperanza es el Ancla del Alma

LA ESPERANZA ES EL ANCLA DEL ALMA.
Vi esas palabras esta mañana, en una calcomanía que compré y guardé en mi caja de calcomanías hace mucho tiempo.
Sí. La esperanza ancla el alma, como el amarre de un barco lo asegura al fondo del mar.
La esperanza coloca y mantiene tu alma sobre una roca sólida, La Roca.
La esperanza hace y mantiene tu alma fuerte y valiente, marchando hacia adelante cuando toda la vida parece estar en tu contra.
LA ESPERANZA.
La esperanza de que Dios, el Dios omnisciente y todopoderoso, está todavía y siempre en Su trono, muy por encima de todas las personas, cosas y eventos en el universo.
La esperanza de que Su misericordia para con nosotros es nueva cada mañana, abundante y eterna.
La esperanza de que Su bondad, Su dulce amabilidad y Su fidelidad hacia Su pueblo son maravillosas, preciosas y eternas.
¿Por qué me angustio tanto por las cosas y los dolores relativamente pequeños de la vida, cuando el Rey y Señor del universo me llama "Hephzibah" - porque Él se deleita en mí; cuando ha prometido amarme incondicional e infinitamente, cuidarme hasta el más mínimo detalle, estar conmigo para siempre?
Dios declara sobre mí:
“Con amor eterno te he amado;
por eso te sigo con fidelidad.”
-Jeremias 31:3
Y estas verdades que descubrí y reescribí también esta mañana:
“No eres lo que haces.
No eres lo que tienes.
No eres lo que la gente piensa, siente y dice de ti.
Eres el hijo amado y la hija amada de Dios.
Esta es tu única identidad verdadera.”
-adaptado de una cita de Bobby Schuller
Amén. ¡Y AMÉN!
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