Y Su Nombre Será: Alfa y Omega

Y Su Nombre Será: Alfa y Omega

Jueves Diciembre 28, 2023

 

Yo amo los comienzos: los comienzos de libros y películas, de conciertos y de partidos, de vacaciones y de viajes - los comienzos de nuevos estudios, de nuevos trabajos, de nuevas relaciones. Hay tanta, bueno, precisamente “novedad” y frescura, expectativa y curiosidad, esperanza y deleite en las cosas que están por empezar.

 

Y basicamente odio los finales: los finales de buenos libros o conciertos o viajes muchas veces me dejan algo desanimada y anhelando más - el fin de una relación me deja triste y nostálgica.

 

Todo en nuestra vida terrenal, así como la conocemos nosotros, tiene un comienzo y tiene un fin. Nada ha sido para siempre - y nada será para siempre. Está el “comienzo” del nacimiento… está el “final” de la muerte. Y todo en el medio, al menos aquí en la tierra, empieza en un momento dado, y concluye en otro momento dado. 

 

Solo Dios, el Eterno y Sempiterno, es sin comienzo y es sin final.

 

Las primeras palabras de la Biblia dicen: “En el principio, Dios…”. Es decir, cuando todas las cosas comenzaron, antes de que toda la creación fuese creada, Dios ya existía - porque en el comienzo de todas las cosas, El ya estaba allí.

 

Entonces las palabras de Jesucristo, el Hijo de Dios, en Apocalipsis 22:13 son tan significativas:

 

“YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA,

el principio y el fin,

el primero y el último.”

 

De hecho, son las mismas palabras atribuidas al “Señor” en Apocalipsis 1:8:

 

“YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA,

principio y fin, 

dice el Señor,

el que es y que era y que ha de venir, 

el Todopoderoso.”

 

Y son repetidas otra vez en Apocalipsis 21:6:

 

“… YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA,

el principio y el fin.”

 

Entonces, ¿qué significan esas dos palabras “Alfa” y “Omega”? ¿Por qué estas dos referencias a una expresión tan obviamente en otro idioma?

 

Recordando que el Nuevo Testamento originalmente fue escrito en griego (mientras el Antiguo Testamento originalmente fue escrito en hebreo y en arameo), “Alfa” y “Omega” son dos palabras griegas. Y de hecho son la primera y la última letra del alfabeto griego, respectivamente. 

 

Y, sencillamente - como las dos expresiones que siguen ya lo explican - significan el principio y el fin, el primero y el último.

 

Seamos honestos: nosotros como seres humanos finitos no podemos realmente captar bien el concepto de la eternidad. Podemos esforzarnos por comprender a Alguien quien es eterno - es decir, Alguien quien perdura por siempre y siempre, Alguien que no tiene principio y que no tiene fin. Pero, como todo lo que nosotros conocemos en nuestra propia existencia finita son los comienzos y los finales de las personas y de las cosas, no es facil entender un Alguien que nunca tuvo principio y que nunca tendrá fin. 

 

Pero así habla Jesús de Sí mismo: El es ese Alguien quien es el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último - en el sentido más absoluto del significado de esas palabras. 

 

Jesús no es el principio como nosotros entendemos los principios, cuando algo o alguien se originó y empezó a existir. El siempre ha sido - El siempre ha existido. El es el Principio absoluto - porque todo lo que hay, viene y procede de El. El tiene y El es la Primera Palabra, en el universo y en la historia. 

 

Y Jesús no va a tener final como nosotros entendemos los finales, cuando algo o alguien deja de ser o de existir. El es eterno, y por lo tanto existirá por siempre sin fin. El no tiene fin, pero El sí es el Fin absoluto - es decir, todo de una manera u otra terminará en El. El tiene y El es la Ultima Palabra, en el universo y en la historia.

 

Cuando Jesús dice que El es el Alfa y la Omega, las letras griegas A y Z, también está tratando de comunicar que El mismo es todo de la A a la Z. El no es solo A y Z, sino todo en el medio también, porque todo entre la A y la Z se junta en El. Jesús abarca todas las cosas - es decir, El incorpora e incluye todas las cosas. Como lo dice Colosenses 1:17: “El es antes de todas las cosas, y todas las cosas en El subsisten.” Y Efesios 1:10 dice que un día, cuando se habrán cumplido los tiempos, todas las cosas en los cielos y en la tierra serán reunidas bajo el mando de Cristo. 

 

Interesantemente, al investigar este tema, descubrí la más útil y fascinante información acerca de este “Yo soy” de Cristo en una página web católica: https://catholicexchange.com/christ-alpha-and-the-omega. Aquí abajo lo que aprendí…

 

“YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA” significa: 

 

  1. COMPLETITUD o PLENITUD (la palabra “wholeness” en inglés)

 

La identificación de Cristo con la primera y la última letra del alfabeto griego hace más que simplemente reforzar o repetir lo que sigue en el resto del versículo [el principio y el fin, el primero y el último]. Así como un comentarista observa, los rabinos hebreos usaban la primera y la última letra de su propio alfabeto (“Aleph” y “taw”) para significar completitud y plenitud: “Entre los rabinos judíos era común usar la primera y la última letra del alfabeto hebreo para indicar el todo de algo, desde el principio hasta el fin. Por consiguiente, se dice, “Adán violó toda la ley, de ‘Aleph a Taw’”. [Y] “Abraham guardó toda la ley, de ‘Aleph a Taw’”.”

 

Es especialmente apropiado que Cristo usara letras [Alpha y Omega] para hablar de Sí mismo, porque El es precisamente el Verbo de Dios, la completitud y la plenitud de la revelación de Dios a los seres humanos. 

 

2) VERDAD

 

“Aleph” y “Taw” son también la primera y la última letra de la palabra hebrea para verdad, es decir emeth. La Enciclopedia Católica explica: “El Aleph o la primera letra de emeth (verdad) indica que Dios es el primero de todas las cosas. No hubo nadie antes de El del cual hubiese podido recibir la plenitud de la verdad. El Taw, o la última letra, de la misma manera significa que Dios es el último de todas las cosas. No habrá nadie después de El al cual El la podría legar. Por consiguiente emeth es una palabra sagrada que expresa que en Dios la verdad mora absolutamente y en toda plenitud.”

 

“YO SOY… EL PRIMERO Y EL ULTIMO” significa:

 

  1. DIVINIDAD

 

El título de “el primero y el último” también indica que Cristo es uno con Dios. En Isaías 44:6 un lenguaje similar se había utilizado exclusivamente para Dios: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” Lenguaje casi idéntico ocurre en Isaías 48:12: “Oyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.”

 

2) EL PRIMERO Y EL ULTIMO EN LA HISTORIA

 

Sin duda la frase… [Yo soy… el primero y el último] indica que Cristo abarca toda la historia. A través de El todas las cosas fueron creadas - El estuvo allá en el principio. Y el consumirá la historia en Su segunda venida. En el griego, la palabra para último es eschatos. Y esta es la palabra que significa el final de los tiempos, las cosas finales, por decirlo así - de ella sale nuestra palabra escatologia que es esa rama de la teología que estudia lo que pasará al fin de la historia. La historia empezó con Cristo, El está parado en el medio, y la historia terminará en Cristo. 

 

3) EL PRIMER Y EL ULTIMO HOMBRE

 

Cristo ciertamente es el “último hombre” en el sentido de que El es el “postrer Adán” como se Le llama en 1 Corintios 15:45. Así como el “primer Adán” trajo pecado y muerte al mundo, el “postrer Adán” trae perdón y vida. Por supuesto, Su rol como “postrer Adán” también lo hace el “primer hombre” de la nueva creación: el primero en ser resucitado, el primero en recibir un cuerpo plenamente glorificado. El es el “primogénito de entre los muertos” como lo declara Colosenses 1:18. En Cristo, la historia ha sido puesta al revés. En vez del declive inevitable que parece ser una de las leyes inmutables de la historia, Cristo nos ofrece redención y restauración. El primero ha llegado a ser el último y el último ha llegado a ser el primero (Mateo 20:16).

 

4) CLASIFICADO DE PRIMERO Y DE ULTIMO

 

Las palabras griegas para “primero” y “último” tienen un significado doble. También pueden significar: “primero” en el sentido de la persona más altamente clasificada, y “último” en términos de la persona clasificada más baja. Cristo es tanto el “primero” y el “último” en estos sentidos de las palabras también. Como lo dice Filipenses 2, El se despojó a Sí mismo tomando “forma de siervo” hasta ser “altamente exaltado” por Dios. 

 

“YO SOY… EL PRINCIPIO Y EL FIN” significa:

 

  1. EL PRINCIPIO

 

La segunda frase [Yo soy… el principio y el fin] no es una simple repetición de las otras dos frases de Apocalipsis 22:13. En el griego, la palabra para “principio” es arche. Este es un término tremendamente cargado de la filosofía antigua griega, como el teólogo Robert Wilken lo explica: “En el griego arche no significa simplemente “primero”, es decir, “cuando”; también puede significar el principio que le da coherencia al todo.” (de The Spirit of Early Christian Thought) De hecho, Cristo sí es el “principio” de nuestro ser - El es él que ordena y orquesta todas las cosas tanto para nosotros como personas individuales, como miembros colectivos de Su Iglesia, y como miembros de la raza humana. 

 

2) EL FIN

 

La palabra para “fin” aquí también es un término griego potente. Es telos. Significa el “final” en el sentido del propósito de las cosas… Dios es el fin para el cual nosotros fuimos hechos: El es nuestro destino. La razón por la cual fuimos creados, es para estar con El y para contemplar Su gloria y Su belleza para siempre. 

 

Concluyo con las palabras de John Piper de uno de sus mensajes en Desiring God:

 

“No te puedo animar lo suficiente para meditar en la impactante verdad de que Dios es el Alfa absoluto. Busca un momento sereno en tu vida y permite que la verdad te agarra, de que Dios es el Primero - el Principio. Antes de El no había nada. No había un “antes de El”. ¡Solo piénsalo! Por millones y billones y trillones de años sin fin Dios existía y nunca tuvo un comienzo! El es el principio… Nunca había un tiempo cuando El no estaba. (https://www.desiringgod.org/messages/i-am-alpha-and-omega)

 

Y yo personalmente te animo a meditar en la casi incomprensible verdad de que Dios también es la Omega absoluta: que Dios es el Fin, pero no tiene Fin - que, así como nunca hubo nada antes de El, tampoco nunca habrá nada después de El - que por millones y billones y trillones de años sin fin Dios existirá eternamente!

 

“Antes que naciesen los montes

y formases la tierra y el mundo,

desde el siglo y hasta el siglo,

Tú eres Dios.”

(Salmo 90:2)

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