Jueves Octubre 29, 2020

 

Estoy leyendo los PROVERBIOS de la Biblia en estos días - y he llegado al Capítulo 16, el comienzo de una sección titulada Proverbios Sobre la Vida y la Conducta.

 

Es fascinante leer y reflexionar en este libro, de verdad. Aquí en estas palabras, estoy re-descubriendo, una tras otra, cortas frases de vida llenas de profundo significado y verdad.

 

¿Te animas a leer y reflexionar junto conmigo por un tiempo?

 

 

PROVERBIOS 16:2

 

"Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión;

pero Jehová pesa los espíritus." 

(RV1960) 

 

"A cada uno le parece correcto su proceder,

pero el Señor juzga los motivos."

(NVI)

 

"Cada cual cree que lo que hace está bien,

pero el SEÑOR es quien califica las intenciones." 

(PDT)

 

Tan ciertas son estas palabras. 

 

Uno siempre cree que lo que uno piensa y siente, dice y hace es lo mejor: que los caminos que uno escoge son los más limpios e intachables - que el proceder de uno es el correcto - que la conducta de uno es buena y justa. En nuestra propia opinión y nuestro propio parecer, nosotros siempre hablamos y actuamos como debe ser.

 

Pero es Dios quien mira y ve más allá de lo que aún nosotros nos atrevemos mirar y ver: El pesa los espíritus - El juzga los motivos - El califica las intenciones. Todo lo que está en lo más profundo de nuestro ser interior, El lo observa y lo revisa. Nada se Le escapa. 

 

El salmista David lo dijo con sinceridad y con valentía en el Salmo 139:

 

"Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
    ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
Fíjate si voy por mal camino,
    y guíame por el camino eterno."

(vs. 23-24)

 

David entendía lo engañosos que son la mente y el corazón del hombre. El sabía que el ser humano por sí solo siempre piensa estar hablando y actuando correctamente, aún cuando no es así. Por eso, invitaba a Dios a examinarlo y escudriñarlo, sondearlo y probarlo - para que El se fijara si iba bien o mal, y para que El lo pudiese guiar por el camino acertado y eterno. 

 

¿Nos atrevemos a decir lo mismo que el salmista David? ¿Queremos recibir la calificación de nuestras intenciones y el juicio de nuestros motivos de parte de un Dios que ve todo, oye todo, entiende todo, pesa todo? ¿Estamos dispuestos a que Dios sondee nuestro corazon y nuestros pensamientos, que nos muestre dónde estamos mal, y que nos guíe para que andemos bien delante de El? Ojalá que sí. 

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