Proverbios 16:8
PROVERBIOS 16:8
"Mejor es lo poco con justicia
que la muchedumbre de frutos sin derecho." (RV1960)
"Más vale tener poco con justicia
que ganar mucho con injusticia." (NVI)
"Vale más lo poco ganado honradamente,
que lo mucho ganado en forma injusta." (DHH)
En un mundo lleno de tanta deshonestidad y corrupción, tanta depravación y descomposición social - donde definitivamente en muchos lugares lo bueno es considerado malo, y lo malo es considerado bueno (Isaías 5:20) - este proverbio resuena como un eco en una tumba vacía.
En un mundo donde el dinero es rey, donde la avaricia es la orden del día, donde hay personas que piensan que pueden hacer lo que sea para tener lo que quieren tener - esta frase de vida suena absurda e irrisoria.
¿A quién se le ocurriría decir que es mejor tener poco, ganado de manera honrada y justa, que tener mucho, aun si es ganado de forma injusta, indebida e ilícita? ¿Qué importan los medios, dicen muchos, por ilegales o abusivos que sean, si lo que vale es el objetivo final: "la muchedumbre de frutos"? Según ellos, el fin siempre justifica los medios, sean éstos los que sean.
Hace tres años en El Espectador, un periódico de Colombia, un periodista escribió lo siguiente: “El vivo vive del bobo” dice un adagio popular y es uno de los refranes que mueven parte del alma de un país que se enorgullece de su ingenio para conseguir metas por el camino corto, sin que preocupe cruzar las líneas de lo legal, lo ético o lo decente... Es tiempo de cambiar el chip de una sociedad que aplaude el ingenio para evadir las leyes y considera tonto a quien cumple las reglas." (El Espectador, Enero 18 2017)
Sí, "es tiempo de cambiar el chip" de la sociedad. Pero "el chip" se cambia primero en la mente y en el corazón de cada individuo. Y se cambia siguiendo, no lo que piensa y dice todo el mundo, sino lo que dice la Palabra de Dios: que son más valiosas la honradez y la justicia, aun si eso significa vivir con poco - que el fin de "muchedumbre de frutos" no justifica los medios si los medios no son correctos y honrados.
Escojamos, entonces, cambiar nuestro propio "chip" primero: quizás cada uno de nosotros no somos injustos y corruptos en cosas y situaciones mayores - pero eso no significa que, en las circunstancias menores de nuestras vidas, no debemos actuar rectamente y con integridad también. Si resultamos con mucho o con poco, no hay nada que trae más paz al espíritu que una conciencia limpia y libre, una conciencia que sabe que ha hablado y actuado con rectitud y justicia.
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