"Reconoce y considera seriamente hoy
que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra,
y que no hay otro.
Obedece sus preceptos y normas que hoy te mando cumplir.
De este modo a ti y a tus descendientes les irá bien,
y permanecerán mucho tiempo en la tierra
que el Señor su Dios les da para siempre."