El Tesoro del Corazon

El Tesoro del Corazon

Miércoles, enero 16 del 2013

Ayer llegaron a Armenia nuestros buenos amigos del Canadá, Brent y Jennifer – a visitar familia y amigos que tienen acá, y a servir por unos meses en nuestra iglesia SHALOM. En el carro yendo del aeropuerto a la casa, Brent nos contó una historia de su mamá que me habló profundamente al corazón …

La mamá de Brent, Pat, cumplió 90 años en octubre del año pasado. En este momento, vive en una residencia para ancianos cerca de sus dos hijos. Por su edad avanzada, ya tiene distintas enfermedades y males que le afligen el cuerpo. Además, sufre de Alzheimer, y poco a poco está perdiendo la memoria. Todavía reconoce su familia inmediata, la cual ha conocido por años – pero eventos familiares recientes, como el nacimiento de una bisnieta hace cuatro meses, no los tiene presentes. A veces, cuando le hablan de ciertas personas o situaciones, ella recuerda que se había olvidado de ellas, y se decepciona por su memoria deteriorada.

Pero, Pat es una mujer cristiana que ha conocido y amado a su Señor y Salvador Jesucristo por muchísimos años. Y algo que no está olvidando, algo que siempre tiene muy presente en su vivir y en su hablar, es la Palabra de Dios. Todavía puede recitar versículos y pasajes enteros de la Biblia que memorizó hace años – el Salmo 121 y 2 Timoteo 1:12 son sus preferidos. “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” Todavía puede cantar himnos y canciones que aprendió cuando era niña – “Fairest Lord Jesus” (“Hermoso Señor Jesus”) es su favorito. Por más que la memoria se le está fallando en todas las otras áreas de su vida, la Palabra de Dios no se le está olvidando. Y aunque se entristece cuando se da cuenta que no está recordando muchas cosas ya, escuchar o hablar o cantar las palabras de su amado Jesús siempre le traen gozo y paz al alma.

Esta historia hermosa me hizo recordar y reflexionar sobre algunos versículos bíblicos que yo misma tengo memorizados:

Salmo 119:11 = “En mi corazón he guardado tus dichos …” – o en otra traducción = “En mi corazón he atesorado tu palabra …”

Mateo 12:34 = “… porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

2 Corintios 4:16 = “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.”

1 Pedro 1:24,25 = “…Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre …”

Por muchos años ya, Pat ha tenido la Palabra de Dios guardada en el corazón. Por eso, aun hoy con el cuerpo y con una memoria que se le están desgastando más y más cada día, su ser interior se sigue renovando y su boca sigue hablando de la abundancia de ese corazón lleno de Dios. Pat, como todo ser humano, es mera hierba y flor que con el tiempo se secan y se caen – pero la Palabra del Señor que ella tiene atesorada en el corazón, esa Palabra permanecerá para siempre, y para siempre será el gozo y la paz de su alma.

Amig@: que tú y yo podamos ser como Pat. Venga lo que se nos venga en la vida, y si lleguemos a la vejez y estemos desmejorados y enfermos como ella, que permanezcan siempre las palabras de Dios en nuestro ser interior, que siempre podamos vivir y hablar y cantar de todo el bien que hemos atesorado en el corazón a través de los años.

 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor esta la fortaleza de los siglos.” (Isaías 26:3,4)


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