UN PEREGRINAJE CUARESMAL para 2024: Una Vida Cuaresmal

UN PEREGRINAJE CUARESMAL para 2024: Una Vida Cuaresmal

UN PEREGRINAJE CUARESMAL para 2024: Sabado Marzo 30

 

Muy buenos días, mis amados amig@s: los que todavía caminan conmigo en nuestra aventura cuaresmal – ¡lo logramos! Hasta el día de hoy, hemos caminado 40 días juntos: ayer llegamos al cerro del Calvario, recordando la muerte de Jesús en la cruz – ¡y mañana veremos a Cristo resucitado y vivo por siempre!

Ojalá estos 40 días de reflexión nos hayan ayudado a preparar nuestros corazones para el evento más trascendental y más significativo en la historia de la humanidad. Ojalá hemos sido tocados, inspirados y desafiados con los estudios que hemos hecho acerca del Jesús de los Evangelios, el Jesús crucificado, el Jesús Alfa y Omega; acerca del Padre asombroso y Sus dos hijos perdidos y necesitados; acerca del significado de la Pascua tanto para los judíos del Antiguo Testamento como para los cristianos del Nuevo; acerca de los regalos de amor que Jesús dejó alrededor de Su cruz …

Definitivamente, el camino de esta Cuaresma no termina aquí. Las revelaciones de Dios durante este tiempo no son para unos 40 días antes del Domingo de la Resurrección y no más – son para que las recordemos y las vivamos el resto de la vida:

¡Cómo no ser desafiados y abrumados de gratitud por la parábola de los dos hijos perdidos y necesitados y su Padre amoroso y perdonador!

¡Cómo no maravillarnos con todo lo que la Pascua simboliza y significa para nosotros!

¡Cómo no postrarnos en gratitud y adoración al pie de la cruz, cuando vemos y entendemos todos los regalos que El dejó allí para nosotros!

Amados amig@s: ojalá – lo espero, lo oro y confío – que sus corazones hayan sido marcados, cambiados y afirmados en estos días, así como el mío:

Nunca leeré igual la Parábola del Hijo Prodigo, porque siempre recordaré que un padre asombroso tuvo dos hijos igual de perdidos y necesitados de su amor – a veces yo soy el uno, a veces el otro, pero siempre mi Padre celestial estará allá para recibirme con perdón y gracia.

Nunca contemplaré igual la fiesta de la Pascua: el cordero, la sangre, la carne y los panes sin levadura – siempre recordaré que todas las cosas apuntan a Jesús, el Cordero de Dios inmolado para redimirnos y salvarnos, el Cordero que es suficiente para todo el mundo.

Nunca llegaré igual al cerro del Calvario, ignorando todos los regalos de amor que Jesús dejó allí por mí – desde aquí en adelante, la corona, los clavos, el letrero, la túnica, los lienzos del sepulcro tendrán un valor incalculable para mi vida.

Mañana, otro año más, conmemoraremos la Resurrección del Señor Jesucristo de entre los muertos. ¿Y la extraordinaria promesa para nosotros los que en Él creemos y Le amamos? ¡También resucitaremos y tendremos vida eterna juntamente con Él!

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Juan 6:40)

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” (1 Pedro 1:3-5)

Mañana, el Domingo de la Resurrección, saludémonos con las palabras de la iglesia tradicional a través de los siglos: “¡Cristo ha resucitado!” – y la respuesta: “¡En verdad ha resucitado!”

Les dejo: con mi amor y mi gratitud por su valiosa compañía a través de esta Cuaresma, y esperando que me sigan acompañando en www.reflexionesparavivir.com en los días que vienen…

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