Martes Julio 5, 2022

 

Estaba tan conmovida, tan ministrada, tan desafiada con las palabras de mi devocional matutino del otro día.

La narrativa de la vida real fue así:

 

En 2012, Phillips, Craig y Dean lanzaron su canción "Tell Your Heart to Beat Again" [Que Tu Corazón Vuelva a Latir]. Se inspiró en la historia real de un cirujano cardíaco. Después de extraer el corazón de una paciente para repararlo, el cirujano lo devolvió al tórax y comenzó a masajearlo suavemente para que volviera a la vida. Pero el corazón no se reiniciaba. Siguieron medidas más intensas, pero el corazón seguía sin latir.

Finalmente, el cirujano se arrodilló junto a la paciente inconsciente y le habló: “Señorita Johnson”, dijo, “yo soy su cirujano. La operación salió perfecta. Tu corazón ha sido reparado. Ahora dile a tu corazón que vuelva a latir”. Y su corazón comenzó a latir.

La idea de que podamos decirle a nuestro corazón físico que haga algo puede parecer extraña, pero tiene paralelos espirituales...

(Nuestro Pan Diario - 26 de junio de 2022)

 

Dios, nuestro Cirujano celestial, a menudo ha tomado nuestros corazones rotos y los ha reparado. A menudo ha tomado los muchos fragmentos de nuestras almas destrozadas y las ha vuelto a unir. Y sus operaciones divinas salen siempre a la perfección.

"Él sana a los que tienen el corazón roto y venda sus heridas." ~Salmo 147:3

 

Pero entonces, a veces, nuestros corazones no comienzan automáticamente a latir de nuevo solo porque han sido colocados, sanados y completos, dentro de nosotros nuevamente. A veces, como tantas personas mencionadas en la Biblia, también necesitamos hablar a nuestro corazón y decirle que vuelva a latir.

“¿Por qué, alma mía, estás abatida? ¿Por qué tan perturbada dentro de mí? Pon tu esperanza en Dios, porque aún he de alabarle, mi Salvador y mi Dios.” ~Salmo 42:5,11; Salmo 43:5

"Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno contigo." ~Salmo 116:7

“Espera en el Señor; sé fuerte y deja que tu corazón tome valor; sí, espera en el Señor.” ~Salmo 27:14

Estas y otras son palabras de verdad, palabras de esperanza, palabras de coraje y palabras de determinación declaradas a nuestros corazones reparados pero aún sin latir, para volver a hablarles nueva vida.

 

Como proclamó la jueza Débora en una canción después de que ella, Barac y su ejército israelita obtuvieron la victoria sobre los opresivos cananeos hace muchos siglos:

“¡Marcha, alma mía, hacia adelante con valor!” ~Jueces 5:21

En medio de mis propias batallas, yo también puedo decir: “Sigue adelante, alma mía”. En medio de mis propias luchas, yo también puedo afirmar: “Alma mía, sé fuerte”. Cuando vivir parece imposible, cuando el camino a seguir parece demasiado confuso, cuando la senda parece demasiado desalentadora, cuando las montañas parecen demasiado altas y los valles demasiado bajos, y cuando Dios parece distante y silencioso en todo momento, entonces puedo y necesito hablar palabras de valentía a mi propio corazón: “¡Oh alma mía, marcha con fuerza!”

 

Y tú también, querid@ amig@. Independientemente de lo que enfrentes hoy, por duro, triste o malo que parezca, tú también puedes hablar con valentía a tu corazón:

“Espera en el Señor; sé fuerte y deja que tu corazón tome valor; sí, espera en el Señor.”

“¡Marcha, alma mía, hacia adelante con valor!”

Amig@: dile a tu corazón que vuelva a latir. 

 

Y para concluir esta reflexión, te animo a escuchar a Danny Gokey cantando “Que Tu Corazon Vuelva a Latir”,

aquí en este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=hHb7P_wue1M

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