Reflexiones Sobre El Sufrimiento y El Duelo - 3

Reflexiones Sobre El Sufrimiento y El Duelo - 3

Lunes Julio 25, 2022

 

El dolor más brutal a menudo se precipita hacia los días más ordinarios.

No hay guiones para estos momentos de la vida.

Se supone que este tipo de momentos no deben estar en el guión...

No hay atajos a través de temporadas de profunda pérdida, y no se pueden pasar por alto las innumerables emociones duras que las acompañan.

Si no lidiamos con las emociones duras en nuestros términos, volverán en sus propios términos más tarde...

La única forma de lidiar con nuestras emociones duras es enfrentarlas de frente y procesarlas.

Y ahí es donde se complica, porque ¿cuándo fue la última vez que acogiste tus emociones negativas?...

Nuestra cultura es buena para celebrar las victorias, pero no tanto para llorar las pérdidas.

~Lisa Appelo

 

Sí. Exactamente.

Solo estás viviendo tu vida común y corriente de todos los días. Y luego, un día, un dolor brutal aparece inesperadamente y sin ser invitado. Y tu mundo se pone patas arriba en un instante.

No hay guiones para estos momentos de la vida. Este tipo de momentos no deberían estar en el guión. Por supuesto que no. ¿Quién escribiría voluntariamente la historia de su vidas con una angustia horrenda chocando contra ella? La agonía y la angustia simplemente no son algo pensado, escrito y ensayado como las líneas de una obra de teatro. Irrumpen no deseadas, permanecen sin ser solicitadas, aparentemente arruinan y destruyen todo lo que habíamos pensado que sería nuestra vida.

Y luego, simplemente no hay atajos a través de temporadas de profunda pérdida y emociones duras. Nos gustaría caminar alrededor de ellas, evitarlas por completo, pero siempre tenemos que atravesarlas, enfrentarlas de frente, empujar a través de ellas hasta llegar al otro lado. ¿Y a quién le gusta hacer esto? ¿A quién le gusta recibir y lidiar con sus emociones negativas difíciles? No muchos de nosotros, si alguno de nosotros.

Como escribe Lisa Appelo: Nuestra cultura es buena para celebrar las victorias, pero no tanto para llorar las pérdidas. Porque, por supuesto, las victorias son triunfos y logros y ganancias. ¿Y quién no disfruta celebrándolos en su propia vida o en la de los demás? Pero llorar las pérdidas, hacer duelo por las muertes, sentir todas las emociones desgarradoras que traen el dolor y el sufrimiento, ¿quién quiere hacer esto voluntariamente?

Y sin embargo... sin embargo, eso es exactamente lo que debemos hacer si queremos seguir avanzando en la vida, si no queremos quedar atrapados en nuestros pozos de pérdida y desesperación, y si realmente queremos ser sanados y restaurados en algo nuevo y hermoso.

 

"Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios." ~Salmo 40:1-3

 

Sí. A veces nos encontramos en pozos profundos, oscuros y angostos - pozos de desesperación. En nuestro dolor y pérdidas, clamamos día y noche. No tenemos más remedio que esperar, pacientemente, que el Señor finalmente se vuelva hacia nosotros, que escuche nuestro clamor y que nos ayude, que nos saque del lodo cenagoso, que ponga nuestros pies sobre peña en tierra firme, y luego nos enderezca los pasos que empezamos a tomar. Los agujeros negros de sufrimiento y dolor en nuestras vidas nunca son lugares en los cuales elegiríamos voluntariamente caer o permanecer por un período de tiempo prolongado. Pero Dios siempre está allí con nosotros, anhelando que clamemos a Él, esperando para ayudarnos, levantarnos y estabilizarnos cuando Él considere que sea el momento adecuado. Y entonces, podremos vivir de nuevo en la luz, en un lugar amplio y espacioso, en tierra firme, con un cántico nuevo de alabanza a Él en nuestro corazón y en nuestra boca. El día puede demorarse por un tiempo, pero seguramente llegará.

 

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