¿Que Hago Con Noticias Tristes?

¿Que Hago Con Noticias Tristes?

Martes, agosto 6 del 2013

La semana pasada fue una semana difícil, porque recibí noticias complicadas y tristes. Lloré con los que estaban llorando: con una buena amiga en Arizona, EEUU; y con una cuñada en Kentucky, EEUU. 

Mi amiga en Arizona fue diagnosticada con esclerosis múltiple hace unos años. Pero esta semana me contó que, en la última consulta médica que tuvo, el doctor le dijo que está tan avanzada la enfermedad que ya no hay esperanza de que ella podría volver a entrar en remisión. Le informó que, de aquí en adelante, se debería preparar para un largo y duro y doloroso camino de descenso hasta que llegara la muerte.

Hace unos días recibimos la desconsoladora noticia de que nuestra cuñada en Kentucky fue diagnosticada, precisamente el día de su cumpleaños, con cáncer de seno. Como nos escribió el cuñado: “Esta noticia que recibimos ayer, el día de cumpleaños de Shani desafortunadamente, lógicamente ha sido devastadora para ella y para el resto de la familia. Estamos en llanto y dolor. Todo llegó y sucedió muy rápido porque así son las crisis, no llaman, no consultan, no advierten nada, ni respetan cumpleaños. Solo aparecen y con ellas la devastación, la tristeza y la soledad que traen.” Mi cuñado tiene toda la razón.

Mi amiga con esclerosis múltiple vive con dolor y agotamiento constantes. Siente que tiene tanto que todavía quisiera darle a la vida, tanto que todavía quisiera servirle a Dios y a la humanidad – pero la salud la tiene afligida y abatida. Y en esa postración, es difícil mantener un buen ánimo, sostener el gozo, y seguir con una esperanza fortalecida.

Mi cuñada es joven – tiene una familia joven – tiene un ministerio joven. Ha amado y servido al Señor toda la vida. En cuanto le ha sido humanamente posible, ha vivido en obediencia y en fidelidad a Dios. Y ahora, un diagnóstico de cáncer. ¿Cómo no le va a confundir y asustar semejante dictamen? ¿Cómo no le va a entristecer y doler semejante noticia?

Por consiguiente mi pregunta: ¿Qué hago yo con noticias tristes? ¿Qué hago, qué digo frente a sufrimientos que no entiendo, frente a dolores y tristezas que desconciertan aún a los más fuertes? Las respuestas no son fáciles. Clichés y palabras triviales hay muchas. Entonces, ¿cómo piensa Dios en estas situaciones? ¿Qué propósitos tiene Él para Sus hijos en estas circunstancias?

Al estar pensando en respuestas, en cómo pensar y cómo actuar y qué decir, Dios me llevó al Salmo 18. 

Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
(vs.1-6)



Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.
Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo.
Me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.
(vs.16-19)



Definitivamente, no hay respuestas fáciles cuando hay “enemigos” que persiguen y acosan, cuando hay “lazos de muerte” que rodean y “torrentes de destrucción” que atemorizan. Pero sí hay un Dios que es fortaleza y seguridad, protección y libertad, amparo y salvación para los que Lo aman, para los que en Él confían, para los que en su angustia Le invocan y Le claman a Él.

Para ellos hay un Dios que los oye y un Dios que actúa: un Dios que, extendiendo Su mano desde lo alto, los saca “de las muchas aguas” en las cuales se sienten ahogarse, y los saca “a lugar espacioso” donde hay abundante aire para respirar – un Dios que los libra de sus “enemigos” que los aborrecen y que son más fuertes que ellos – un Dios que es apoyo en su quebranto  – un Dios que les trae salvación y libertad porque se agrada de ellos.

¿Qué hago con noticias tristes?

Estoy orando por mi amiga con esclerosis múltiple y mi cuñada con cáncer. Estoy orando que el Dios al cual aman y en cual confían sea su pronto auxilio en sus tribulaciones – que Él las proteja y las salve de las enfermedades destructoras que están sufriendo – que Él las libre de las ligaduras de muerte que las rodean – y que Él las saque de las muchas aguas de angustia y temor en las cuales se encuentran, y las saque a lugares espaciosos de fortaleza y de paz.

Por ahora, esto es lo que hago con noticias tristes.
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