En la Biblia, hay dos pasajes que conectan la imagen de un “baluarte” con la idea de la “verdad”.

En el Antiguo Testamento dice el Salmo 91:4 = “Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga (baluarte) es su verdad.”

Y el Nuevo Testamento habla de “… la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” (I Timoteo 3:15)

En el Salmo 91, el autor comenta acerca de los que habitan en la protección del altísimo y todopoderoso Dios. Dice que Él los cubre con Sus plumas, evocando la imagen de una gallina con sus polluelos, protegidos y cuidados y seguros debajo de sus alas. Y dice que, allí, Su verdad será el escudo y el baluarte de ellos. La esencia de todo lo que Dios es, de todo lo que dice y de todo lo que hace, es verdad – es completamente cierto y totalmente autentico. Esa verdad entonces, es el escudo y el baluarte que los protege y los libra de todo mal que les llegue de día o de noche.

En la carta del apóstol Pablo a su amado discípulo Timoteo (1 Timoteo), Pablo habla acerca de la casa de Dios – no una casa ni ningún edificio literal – sino el conjunto de personas que son cristianos, que son seguidores y discípulos de Jesucristo, y que conforman la iglesia de Dios. Así como El está vivo, Su iglesia también está viva. Y no solo viva, sino también una muestra visible, audible y palpable de la verdad. De hecho, en un mundo lleno de mentiras y engaños, la iglesia de Dios debe ser la columna y baluarte de la verdad. Ella debe dar testimonio al mundo de que la verdad existe, “que está en Jesús” (Efesios 4:21), que Jesús mismo es la verdad (Juan 14.6).

Una columna de una estructura tiene varias funciones: sostiene el peso del techo o de los pisos superiores – en lugares públicos se usa para ponerle avisos – y se utiliza con fines decorativos. De la misma manera, la Iglesia de Dios es usada por Él para soportar el peso de la verdad en un mundo saturado de mentiras – es usada para exhibir y proclamar Su verdad – y  cuando habla y actúa en verdad, embellece la fealdad de un mundo plagado de engaño. 
 
Un baluarte es una obra de construcción militar en los muros de una fortaleza, edificado para defender y resguardar y fortificar una ciudad. De la misma manera, la Iglesia de Dios debe ser la defensa, el guardián y la fuerza de la verdad que se encuentra en y que es Jesús, en un mundo lleno de falsedad y de apariencias sin realidad.

Amig@: recuerda …

La VERDAD de DIOS, el SEÑOR, el ALTISIMO y el TODOPODEROSO, es tu ESCUDO y tu BALUARTE.

Y si haces parte de la IGLESIA del DIOS VIVIENTE, eres y debes hablar y actuar como COLUMNA y BALUARTE de la VERDAD.