... En La Mano del Alfarero

... En La Mano del Alfarero

Viernes, septiembre 27 del 2013

La semana pasada estuve de retiro con un pequeño grupo de mujeres maravillosas: pastoras y líderes de iglesias y ministerios cristianos de toda Colombia. Nos llamamos “Las Lamparitas”, porque cada año en septiembre nos reunimos en un precioso lugar que se llama “La Lamparita” para alentarnos mutuamente en Dios. Este año, pasamos unos días de mucha bendición juntas: fueron momentos de profunda inspiración y edificación, y de delicioso descanso – tuvimos tiempos de hablar y escucharnos, y orar la una por la otra  – un día estuvimos en completo silencio con Dios por seis horas – pudimos llorar libremente, y también reírnos a carcajadas – estudiamos y meditamos en la Palabra de Dios – jugamos bádminton y nadamos – hicimos y comimos pizza – … en fin, fue un refrigerio total para el alma, el cuerpo y el espíritu. A Dios, y a cada “Lamparita”: GRACIAS por rellenar mi vida de luz, de esperanza, de aceptación y de alegría.

Una mañana, y de acuerdo al “tiempo ordinario del año” dentro de la liturgia de la iglesia anglicana, estudiamos y meditamos acerca de la visita del profeta Jeremías a la casa de un alfarero, una historia contada en Jeremías 18:1-6. Dice así:
   
“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Levántate y vete a casa del alfarero,
y allí te haré oír mis palabras.
Y descendí a casa del alfarero,
y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
Y la vasija de barro que él hacia se echó a perder en su mano;
y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mi palabra de Jehová, diciendo:
¿No podre yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová.
He aquí que como el barro en la mano del alfarero,
así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.”

Yo traté de imaginarme esa escena:

-    Jeremías probablemente no frecuentaba la casa del alfarero del pueblo – por eso Dios tuvo que mandarlo allá, para poder mostrarle y enseñarle unas cuantas cosas en ese lugar
-    el profeta llega a la casa: ve una rueda, un horno, barro húmedo en una mesa esperando el turno para ser trabajado, y muchas vasijas de todos los tamaños y de todas las formas secándose en el suelo – escucha el sonido del torno dando vueltas, el fuego ardiendo en el horno, y por lo demás: silencio – huele el fuerte olor a barro húmedo permeando cada rincón de la casa …
-    y se sienta a mirar, a escuchar, de vez en cuando a hacer una pregunta, y a aprender …

Así como yo, cuando ayer pude ir a visitar un alfarero en un pueblo cerca de Armenia: como Jeremías, pude mirar, escuchar, hacer preguntas, y aprender de este proceso de la alfarería.

Y, como Jeremías, pude oír las palabras de Dios hablándome profundamente al corazón acerca de Él, el Alfarero celestial, y de mi misma, el barro en Sus manos.

Amig@: me imagino que sabes que vienes del polvo de la tierra. ¿Pero sabes también que tú tienes un Alfarero en los cielos quien ha visto un valor incalculable en el “barro” que tú eres, y quien quiere hacer algo hermoso y útil de tu vida?

Te invito a que sigas conmigo en los próximos días, para “ver” y “escuchar” y aprender más sobre la mano del Alfarero en el barro de tu vida.

Y te invito a escuchar la cancion Tu Mi Alfarero, hoy en el link de Videos de Musica - tiene una letra muy bonita - aqui esta ...

Un dia yo sali de tus manos y tuve vida
Un dia me aleje de ellas y conoci la muerte
Alfarero, tengo nostalgia de tus manos
Ven a reparar tu cacharro

Gira que gira, rueda que rueda
Siento tus manos sobre mi greda
Me asombra el pensar que tu le quieras
Tu cacharro acaba de caerse,
Acaba de quebrarse, acaba de encontrarte

Tu mi alfarero, tu mi alfarero
Toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo
Tu mi alfarero, tu mi alfarero
Toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo

Gira que gira, rueda que rueda
Siento tus manos sobre mi greda
Me asombra el pensar que tu le quieras
Acaso no puedes hacerme de nuevo
Acaso no puedes formarme
Tu cacharro acaba de caerse,
Acaba de quebrarse, acaba de encontrarte

Tu mi alfarero, tu mi alfarero
Toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo
Tu mi alfarero, tu mi alfarero
Toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo
/De nuevo, de nuevo
Tu mi alfarero/


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