Aunque Los Montes Se Moveran

Aunque Los Montes Se Moveran

Sábado, Abril 25 del 2015

 

Hoy, Abril 25 del 2015, un terremoto violento de 7.8 en la escala de Richter, solo 15 kilómetros por debajo de la superficie de la tierra, centrado cerca de la ciudad de Kathmandu, sacudió al país de Nepal – dejando a cientos y posiblemente miles de muertos, muchos cientos más heridos, y la ciudad en caos y ruinas.

 

Me acuerdo tanto del terremoto que nosotros aquí en Armenia, Colombia vivimos en 1999. Me acuerdo del temor, del pánico, del caos, de la consiguiente violencia, como lo peor que hay dentro del ser humano salió en algunas personas; me acuerdo tratando de rescatar y auxiliar a los heridos, y me acuerdo hacer duelo por los muertos; me acuerdo corriendo, y ayudando a otros a correr, buscando refugio del frio y de la lluvia, necesitando agua y comida. Pero también me acuerdo de la increíble solidaridad tanto nacional como internacional, de la desinteresada ayuda que nos brindaron de día y de noche por semanas y meses después, como lo mejor que hay dentro del ser humano salió en la mayoría de las personas.

 

Y me acuerdo de las palabras que Dios habló a mi corazón más tarde en ese trágico día, palabras que trajeron consuelo y esperanza a mi vida en medio de tanta devastación.

 

“Porque los montes se moverán,

y los collados temblarán,

pero no se apartará de ti mi misericordia,

ni el pacto de mi paz se quebrantará,

dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.”

(Isaías 54:10)

 

Oh Dios, que Tu profunda compasión y tu eterno amor estén con la gente de Nepal en este tiempo tan difícil. Que puedan ver y creer que, aunque sus montes y sus collados temblaron y se movieron, Tu misericordia nunca se apartará de ellos, ni el pacto de Tu paz se quebrantará sobre ellos. Porque Tú eres Jehová el Señor, Él que tiene misericordia de ellos. Porque Tú, Señor, eres un Dios lleno de gracia, abundando en amor y fidelidad. Amen. 

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