“Selah” … es una palabra que se usa frecuentemente en la Biblia hebrea, a menudo en los Salmos, y es un concepto difícil de traducir. Es probable que sea un signo litúrgico-musical o una instrucción en la lectura del texto, algo así como "deténgase y escuche". "Selah" también se puede utilizar para indicar que no va a ser un interludio musical en ese momento en el Salmo. La Biblia de las Américas establece “Selah” como "pausar y pensar en eso".
Los Salmos fueron cantados con acompañamiento de instrumentos musicales y hay referencias a esto en muchos capítulos. Treinta y uno de los treinta y nueve salmos con la leyenda "Para el maestro del coro" incluyen la palabra "Selah". “Selah” señala una pausa en la canción y, como tal, tiene una finalidad similar a "Amen”, ya que hace hincapié en la importancia del pasaje anterior.
(Tomado de Wikipedia, La Enciclopedia Libre)
Pedro también habló de la palabra “Selah” cuando enseño el sábado pasado en la Iglesia Shalom acerca de “El Poder de la Lealtad”. Al referirse al Salmo 3, no hizo referencia a esta palabra hebrea en términos musicales, sino en términos de la reflexión personal: cuando nos encontramos en aprietos y dificultades, debemos hablar primero con Dios, nuestro escudo – y al contarle nuestras luchas, debemos hacer un “Selah” en nuestro pensar y en nuestro hablar, una pausa para reflexionar en lo que Dios ya hizo en el pasado, y lo que seguramente volverá a hacer si lo creemos.
¡Cuánto me hace falta a veces en mi diario vivir, en el corre-corre de mis días, hacer un “Selah” – hacer una pausa para recordar la fidelidad de mi Dios en días pasados y confiar que seguirá siendo fiel en mi presente y en mi futuro!
