"Limpiaos, pues, de la vieja levadura,
para que seáis nueva masa,
sin levadura como sois;
porque nuestra pascua,
que es Cristo,
ya fue sacrificada por nosotros.
Así que celebremos la fiesta,
no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad,
sino con panes sin levadura,
de sinceridad y de verdad."
(1 Corintios 5:7-8)