FUEGO VIVO, VIENTO FRESCO - CAPITULO 6: Un Tiempo de Zarandeo

FUEGO VIVO, VIENTO FRESCO - CAPITULO 6: Un Tiempo de Zarandeo

"Con algunas excepciones, somos como la iglesia de Laodicea. A decir verdad, tanto hemos institucionalizado el laodiceanismo que pensamos que tibio es normal.

 

Las palabras severas de Jesús se aplican tanto a nosotros como a los cristianos de fin del primer siglo: “Yo conozco tus obras, que ni eres frio ni caliente. ¡Ojala fueses frio o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad.” (Apocalipsis 3:15-17) En otras palabras, estaban expresando una maravillosa “confesión positiva”. Estaban pro proclamando victoria y bendición. El único problema es que Jesús no estaba impresionado. El respondió: “Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo … Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.” (Apocalipsis 3:17,19) Lenguaje severo, por cierto. Sin embargo, Jesús siempre trata con firmeza a los que ama …

 

Cuando el cuerpo de Cristo se mete en dificultades – ya sea por su propia negligencia, como en Laodicea, o por algún ataque especifico de Satanás – se requiere acción enérgica … Podemos sacar provecho al estudiar lo que hizo la iglesia primitiva cuando se metió en problemas.

 

Los discípulos habían gozado de tres años de enseñanzas de Jesús. Habían sido discipulados por el Maestro Discipulador. Pero la enseñanza sola nunca basta, aunque venga directamente de Jesús. Por no contar con la investidura de poder del Espíritu Santo, los discípulos se comportaron como cobardes la noche del arresto de Jesús.

 

Sin embargo, una vez que fueron investidos de poder el día de Pentecostés se convirtieron en la iglesia victoriosa, la iglesia militante … (Hechos 2)

 

(Luego, en Hechos 4, leemos acerca de otra reunión de oración donde) … el poder de Dios se presentó de una manera fresca, nueva y más profunda. Estas personas ya habían recibido la plenitud del Espíritu Santo el día de Pentecostés, pero aquí … Dios llegó hasta ellos con una nueva infusión de poder …

 

Aparentemente, nuestro deposito de poder espiritual se disipa con el tiempo. El diario vivir, las distracciones y la guerra espiritual producen un desgaste. Necesitamos, según expresan las palabras que uso Pablo en Efesios 5:18, “estar siempre llenándonos del Espíritu” (traducción literal).

 

(Pensemos) … en la conocida historia de David y Goliat … Las armas de David eran ridículas: una honda y cinco piedras. No tenia importancia. Dios usa incluso herramientas insensatas en manos de personas débiles para edificar su reino. Respaldados por la oración y el poder de Dios, podemos lograr lo impensable.

 

Sucederán cosas notables cuando nos pongamos serios en cuanto a recurrir al poder de Dios. Aun cuando nos volvamos apáticos y tibios, Cristo sigue diciendo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo … El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” (Apocalipsis 3:20,22)

 

Esas palabras suaves, citadas con frecuencia por evangelistas a aquellos que no conocen a Cristo, fueron dirigidos a los cristianos laodiceanos a quienes Jesús acababa de reprender. A pesar de estar contristado por su letargo, igualmente ofreció su amor y poder renovador a cualquiera que abriera la puerta. ¿Lo haremos nosotros?"

+ 180° PARA LEER